Sanidad y Presidencia reglamentarán las incompatibilidades de los médicos
El ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch, anunció ayer la celebración de conversaciones esta semana con el Ministerio de la Presidencia para elaborar el reglamento que desarrolle la ley de Incompatibilidades en lo referente a los médicos.El ministro, en su comparecencia en una comisión del Congreso, descartó el diálogo con la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en tanto persistan en su actitud de huelga. El Grupo Popular considera que el Gobierno tiene desmoralizada a la profesión médica y en general "agobia" a todo el sector sanitario. A pesar de los reproches, Lluch afirmó que seguirá adelante con la reforma hospitalaria iniciada, al no observar una frontal oposición a ella ni argumentos sólidos que le hagan variar su política.
Ernest Lluch compareció ante la comisión de Política Social y Empleo junto al director general del Insalud, Francesc Raventós, para explicar la filosofía que ha orientado las órdenes ministeriales aprobadas en 1984 relativas a la reforma sanitaria. La última de ellas, publicada el pasado mes, hace referencia al cambio de horario de los médicos de la Seguridad Social, que realizarán turnos de mañana y tarde para un mayor aprovechamiento de los recursos y en bien de los pacientes.
Ante este aumento en el número de horas de trabajo de los rnédicos se regula un complemento económico, que se concreta mensualmente en 62.000 pesetas para el jefe de servicio, 55.000 en el caso de los jefes de sección y 51.000 para los adjuntos. El ministro de Sanidad, ante las críticas que despierta la ley de Incompatibilidades, recordó que 35.000 médicos tienen un horario de dos horas y media.
La diputada del Grupo Vasco, doctora Ana Gorroño, tras escuchar las palabras del ministro, afirmó que no existía relación alguna entre la realidad sanitaria que Lluch expone y la que ella observa, que se traduce en consultas masificadas y camas en los pasillos de los hospitales. Lluch afirmó que más del 80% de los enfermos pacientes de centros de la Seguridad Social, muestra su conformidad con el trato recibido.
Mientras que el ministro de Sanidad se refería complacido al estado de la asistencia sanitaria en España, el diputado popular Carlos Ruiz Soto habló del agobio y la desmoralización que siente el personal sanitario por la política del Gobierno socialista.
"No se convocan plazas, las camas siguen en los pasillos, la calidad va en descenso y aumenta la masificación, se institucionalizan los nombramientos a dedo", dijo, entre otras cosas, el diputado popular.
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