El Gobierno abre un nuevo proceso de negociaciones para la reprivatización de Laboratorios Hubber

El Consejo de Ministros del pasado 22 de febrero no aprobó, como en principio se esperaba, la reprivatización de los Laboratorios Hubber, de Rumasa, sino que decidió dar nuevas instrucciones y abrir un segundo proceso en las negociaciones reprivatizadoras. En este nuevo proceso negociador va a entrar, junto a las ofertas ya conocidas, la empresa nacionalizada austriaca Schawp -ligada al holding estatal Chimie Linz-, que no había participado hasta ahora en el proceso.La aparición de este laboratorio austriaco, frente a las pretensiones conocidas del pool de cinco empresas españolas (Esteve, Ferrer, Juste, Prodes y Uriach), de la también española Landerlan y de la americana ICN, supone un triunfo apriorístico de las tesis defendidas por el Ministerio de Sanidad. Dicho ministerio ha defendido la necesidad de mantener Laboratorios Hubber en la órbita estatal, dado el carácter estratégico de su producción (fragmentación de plasma sanguíneo).

Participación pública

También como consecuencia de las presiones llevadas a cabo por el Ministerio de Sanidad, una de las instrucciones básicas que ha dado el Gobierno para afrontar la reprivatización de la empresa es que, aunque a nivel minoritario, el sector público estará presente en Laboratorios Hubber a medio plazo. De todas formas, en determinados sectores de la Administración se habla de descoordinación en la manera en la que se ha'estado llevando a cabo el proceso negociador, ya que la Unidad de Ventas de Rumasa y el Ministerio de Sanidad han realizado sus contactos sin intercambios de información.

El interés mostrado a última hora por los laboratorios austriacos de Schawp ha puesto nerviosos a los ofertantes iniciales. Su pertenencia al sector público y su especialización en el fraccionamiento de plasma confieren a la firma austriaca muchos puntos de ventaja sobre otras ofertadas presentadas hasta el momento. En cualquier caso, lo que más nervios causó a los interesados fue el hecho de que los austriacos visitaran el laboratorio catalán pocos días después de que el Consejo de Ministros decidiera plantear de nuevo las negociaciones para la reprivatización de Laboratorios Hubber.

A nivel interno, el comité de empresa de los laboratorios catalanes reaccionaron positivamente ante la visita de los representantes de Schawp dirigiendo escritos a las diferentes partes de la Administración que intervienen en el proceso reprivatizador apoyando la opción austriaca. Dicha opción, tal y como está concebida, supondría que los austriacos no comprarían la sociedad, sino que participarían en ella a través de un joint venture (riesgos compartidos).

La postura del Ministerio de Sanidad se basa en el carácter estratégico de estos laboratorios, especializados en la fragmentación del plasma sanguíneo, dentro de su propio plan de hemoterapia. Sanidad quiere reforzar su propio programa aprovechando la presencia, aunque haya sido de forma accidental, de un laboratorio de este tipo en el ámbito del sector público. Laboratorios Hubber facturó en el pasado año 2.600 millones de pesetas y afloró pérdidas por 500 millones.