Satisfacción oficial por el 'ejemplar proceso constituyente de las universidades'

El proceso constituyente de las universidades españolas, abierto con la ley de Reforma Universitaria, culminó a las cero horas de ayer con la expiración del plazo establecido en dicha ley para la presentación de los nuevos estatutos aprobados por los claustros. La secretaría de Estado de Universidades e Investigación, Carmina Virgili, manifestó a este periódico su satisfacción personal y la de todo el departamento de Educación "porque, salvadas las excepcionales circunstancias de un par de distritos, el proceso constituyente, que alcanza a una treintena de universidades públicas, puede ser calificado de ejemplar".

"Creo que son las propias universidades", dijo Carmina Virgili, "las que deben felicitarse a sí mismas tras haber dado al país un ejemplo admirable de capacidad de diálogo para dotarse de autonomía, que era el objetivo fundamental de la ley de Reforma Universitaria".Para la secretaria de Estado de Universidades, la tarea no era fácil, porque en la universidad hay muchos estamentos cuyos intereses a veces parecen contrapuestos. Y desde luego era impensable hace tan solo cinco años, cuando tantas dificultades hicieron posponer una y otra vez la aprobación de un proyecto de ley que intentaba regular la autonomía universitaria y que llegaron a provocar la caida de varios ministros".

Veinticuatro horas después de finalizado el plazo para la presentación de los estatutos de las universidades, en el ministerio no se sabía con absoluta certeza el número exacto de las que no los habían entregado a tiempo, pero suponían que se trataría de muy pocos casos.

El hecho de que algunas universidades hayan recurrido a enviar sus textos por correo, obliga a esperar un par de días más para tener este dato, pero la impresión de las autoridades educativas es que, por lo que respecta a las universidades dependientes de Educación y Ciencia, sólo las de Valladolid y las madrileñas Autónoma y Politécnica podrían encontrarse en esta situación.

Un portavoz ministerial, manifestó a este respecto, que se estudiará detenidamente cada circunstancia, pero que, en cualquier caso, la intención de la Administración es la de "respetar escrupulosamente la autonomía de las universidades".

Para el ministerio, "no es lo mismo el caso de las universidades de Valladolid y de la Autónoma de Madrid, a las que sólo les falta la materialidad de la celebración de una sesión de votación, que el de la Politécnica madrileña, cuyo proceso estatutario está casi en su fase inicial.

A partir del 28 de febrero, que expiró el plazo para la presentación de los estatutos, la ley de Reforma Universitaria establece otro plazo de tres meses para que la Administración efectúe el control de legalidad de los textos remitidos por las universidades al ministerio de Educación y Ciencia o a los correspondientes gobiernos autónomos. Transcurridos estos tres meses, los estatutos entrarán en vigor si la Administración no los ha devuelto para que pueda corregirse cualquier aspecto que no se ajuste a dicha legalidad.

Las dos universidades de Valencia (la Politécnica y la conocida familiarmente con el nombre de universidad Literaria) tampoco han presentado todavía sus estatutos a la Generalidad. Las autoridades académicas de ambas universidades confían en que el Gobierno autónomo adoptará una actitud flexible a fin de que el trabajo estatutario realizado hasta ahora no resulte estéril.

Manifestación en Valladolid

Por lo que respecta a la universidad de Valladolid, donde los disturbios del pasado jueves impidieron la reunión del claustro, ayer volvieron a manifestarse los estudiantes para protestar por la actitud de la policía durante dichos incidentes, informa

Alrededor de 1.500 personas, convocadas por la Coordinadora Progresista, pidieron pacíficamente la dimisión del rector de la universidad, Fernando Tejerina, así como la del gobernador civil de la provincia, y expresaron la reprobación tanto de la actuación policial como la de los grupos de universitarios que no quieren reconocer la representatividad de los claustrales estudiantiles.