Todos los sabores del arte moderno se hallan en Arco 85
"Ésta es la única máquina que pinta cuadros; aproveche la ocasión", proclama una voz metálica en una caseta de Arco 85. La máquina, en realidad una cabina de excusado llamada WC-Art, es uno de los puntos de atracción de un certamen en el que coexisten Vázquez Díaz y Bacon, Zuloaga y Tápies, Richard Hamilton y Miquel Barceló. Todos los sabores del arte moderno y contemporáneo y todas las subespecies del público consumidor de arte se hallan en Arco 85, por más que la realidad de la feria sea más mercantil que artística.
La gente -un público variopinto, fundamentalmente joven y entre el que se pueden escuchar todos los acentos e idiomas hispánicos- se agolpa ante el WC-Art, una creación del pintor Kiker presentada por la galería Berruet de Valencia. También hay aglomeraciones ante la caseta de la revista La Luna de Madrid, hábilmente disfrazada de verdulería, y atendida por dos desenfadados jóvenes que no venden las revistas, sino que las pesan: "¿Cuántas le peso, señora?".Dos referencias esclarecedoras de la madurez de Arco pueden ser la actitud de los galeristas extranjeros que intervienen y la creciente calidad y número de expositores procedentes de todas las comunidades autónomas españolas. "Hace dos años, una galería extranjera podía venir aquí por razones de prestigio, pero sin esperanza de realizar contactos o ventas significativos; ahora es diferente y esto se ha convertido en una auténtica feria internacional de arte", dijo una representante de la galería neoyorquina Tossan-Tossan, uno de los 10 participantes estadounidenses en el certamen. No lejos de allí, en la caseta de la galería italiana Peroni que presenta obras de C. Accardi, Pisani y Spalletti-, se desarrollaba una animada negociación entre la directora de dicha galería y un expositor francés acerca de futuros intercambios de obra.
La representación de la Comunidad de Murcia, que en asociación con los Ayuntamientos de Murcia y Cartagena, presenta varios artistas muy jóvenes (Paco Vivo, Ángel Haro y Emilio Pascual, entre otros), puede servir como ejemplo de la participación de las comunidades autónomas en Arco 85.
Pese a que el número de galerías catalanas asistentes ha disminuido con respecto a anteriores ediciones, el peso de la pintura catalana se siente en la presencia de los artistas en otras galerías. Antonio Machón, de Madrid, presenta -además de excelentes y coloridas obras de Saura- la carpeta Repertorio de junio, con cuatro litografias de Tápies, y la también madrileña galería Juana de Aizpuru expone -junto a obras de Víctor Mira, Ferrán García Sevilla y Juliao Sarmento- un gran cuadro de Miquel Barceló que es otra de las atracciones del certamen.
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