Finalizan las labores de rescate en el monte Oiz con la identificación de 72 cadáveres
Setenta y dos cadáveres de personas fallecidas en el accidente aéreo de Vizcaya habían sido identificados a última hora de ayer, en las dependencias habilitadas a tal efecto en el antiguo acuartelamiento de Garellano, en Bilbao. A esa hora se habían dado por finalizadas las tareas de rescate de restos humanos en las faldas del monte Oiz, y se esperaba concluir en el curso de la tarde la recogida de documentos y otros efectos personales diseminados por la zona en que se estrelló el avión, imprescindibles para la identificación de las víctimas.
Entre los cadáveres que habían sido identificados figuraba el del médico bilbaíno José Ángel Portuondo, pionero de la investigación sobre fertilización in vitro. A su funeral, celebrado ayer en la localidad vizcaína de Las Arenas, asistió el ministro de Sanidad, Ernest Lluch.El estado en que quedó la mayoría de los cuerpos impide su identificación directa, por lo que en casi todos los casos es preciso recurrir a indicios indirectos. Se utilizan para ello referencias aportadas por los familiares sobre objetos personales que podrían portar las víctimas o análisis más sofisticados, que incluyen el estudio microscópico de tejidos humanos. Dichas tareas corren a cargo de especialistas del gabinete de identificación de la Dirección General de la Policía, dependiente del Ministerio del Interior, con la colaboración del equipo de médicos forenses de la Audiencia Territorial de Bilbao, que dirige el doctor González Pinto.
Los cadáveres identificados son depositados en ataúdes y entregados a sus familiares para su inhumación en sus localidades de origen, tras la expedición por el titular del juzgado de Guernica, en cuya circunscripción se encuentra la zona donde se produjo el accidente, del correspondiente certificado de defunción.
Tras la paulatina retirada de los equipos que participaron en las tareas de recuperación, en el monte Oiz sólo quedará a partir de hoy un retén de la policía autónoma vasca, encargado de custodiar el lugar.
Desde el pasado martes está cortado el suministro de agua a los caseríos más próximos a la vaguada donde se estrelló el avión, en prevención de eventuales brotes epidémicos por contaminación de los manantiales de la zona.
Motivos de ilegalidad
Por otra parte, el accidente ha reabierto la discusión sobre las condiciones de seguridad del aeropuerto de Sondica. El Ayuntamiento de Derio, localidad de 4.000 habitantes, situada a 400 metros de una de las pistas, aprobó el miércoles una resolución en la que, tras reiterar las denuncias sobre eventuales ilegalidades observadas en la ampliación del aeropuerto, se solicita el cierre preventivo de éste.
El acuerdo de la corporación -integrada por cinco concejales del PNV, tres del PSOE, tres de Euskadiko Ezkerra y dos de una coalición local- advierte de la existencia de, al menos, tres motivos graves de ilegalidad: el no cumplimiento de la normativa sobre eliminación de obstáculos en lasenda de aterrizaje y despegue, la existencia en pleno casco urbano de una de las balizas de las instalaciones del instrumental landing system (ILS) y la inexistencia de señalización para condiciones de baja visibilidad o tráfico nocturno en varios montes cercanos.
Según un estudio técnico realizado hace cinco años por la asociación de vecinos de Derio, varios edificios del casco urbano superan los límites de la línea de seguridad de la senda de aterrizaje.
Un informe posterior del Ayuñtamiento de Bilbao -al que estuvo anexionado hasta 1983 el actual municipio de Derio- reconoció ese extremo, sin que, no obstante, se hayan adoptado medidas al respecto.
