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Implantado con éxito el tercer corazón artificial, en un obrero retirado de 58 años

Murray P. Haydon, de 58 años, se convirtió ayer, poco después de las tres de la tarde, en el tercer hombre en la historia de la medicina al que se ha implantado un corazón artificial. La operación, realizada por el doctor William Devries, que ya efectuó los dos primeros trasplantes de corazón artificial, se desarrolló de acuerdo con lo previsto, y en la noche de ayer la válvula de plástico y metal funcionaba bien, según informó un portavoz del hospital Audubon Humana.

El citado portavoz indicó que el Jarvik-7, que es la denominación del corazón artificial, fue implantado en el pecho de Haydon a las 15. 10 horas (17.10 hora española) pero que no comenzó a latir hasta un cuarto de hora después. "Todo ha ido bien", precisó el portavoz quien añadió que "los cirujanos han trabajado más deprisa de lo previsto".Devries, que es el único cirujano estadounidense autorizado para realizar este tipo de intervenciones quirúrgicas, inició la operación un poco antes de la una de la tarde y tuvo una duración de poco menos de cuatro horas, cuando el tiempo previsto calculado era de alrededor de cinco horas. Durante toda la operación, en el quirófano se estuvo escuchando música clásica.

Antes de ser implantado el Jarvik-7 al paciente se le conectó a una máquina que hace las veces de corazón y pulmón para interceptar la sangre antes de que llegue al corazón, airearla y devolverla a las arterias.

Al abrir la cavidad torácica, los médicos cortaron los ventrículos y dejaron porciones de las dos cámaras del atrio para que sirvieran de conexión con el corazón artificial.

El Jarvik-7 fue luego conectado por medio de unos manguitos de plástico a los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón, la aorta y la arteria pulmonar. Una vez conectado, el corazón artificial empezó a funcionar alimentado por un cable que le une a un compresor de más de 150 kilogramos de peso.

Haydon, el receptor del corazón, es un obrero jubilado de una planta de automóviles al que, debido a una dolencia cardiaca, no se había dado más de dos semanas de vida. Haydon padecía una miocardiopatía, enfermedad incurable que consiste en una degeneración del músculo cardiaco.

El tercer hombre

Haydon es el tercer hombre al que se ha implantado un corazón artificial. El primero fue Barney Clark, que vivió durante 112 días con un corazón de plástico, y falleció por un paro general en sus funciones vitales, aunque el corazón siguió latiendo hasta el último momento. El segundo es William Schroeder, al que le fue implantado el Jarvik-7 el 25 de noviembre de 1984 y que se encuentra internado en el mismo hospital que Haydon.Schroeder continúa con una fiebre casi permanente, que tiene preocupados a los médicos, y se recupera lentamente de un reciente ataque cerebral, a raíz del cual sufre pérdidas de memoria y dificultades para hablar. Schroeder y Haydon no se conocen personalmente, aunque sus esposas ya han intercambiado impresiones.

Los médicos del hospital Humana han observado por las reacciones de Clark y Schroeder que las depresiones son uno de los problemas más fácilmente detectables tras la recepción. Según el equipo de Devries, Haydon es mucho mejor receptor del corazón artificial que Clark o que Schroeder, pues, a pesar de su grave problema cardiaco que le ha debilitado notablemente, su estado físico es superior al de sus dos predecesores.

A Schroeder se le había practicado ya un puente coronario y además es diabético. Clark había padecido un enfisema pulmonar, enfermedad que afectó en las complicaciones que originaron su fallecimiento.

El doctor Allan Lansing, director del instituto Humana, de Louisville, dependiente del hospital Audubon Humana, donde se ha realizado la operación, ha señalado que Haydon "representará un test mucho más significativo que sus predecesores para el corazón artificial y sus funciones".

Plástico y metal

El corazón de plástico y metal que le ha sido implantado a Murray P. Haydon fue inventado por el doctor Robert Jarvik en el centro médico de la universidad de Utah, en Salt Lake City, donde se realizó la primera operación al dentista Barney Clark. Devries realizó aquella operación, pero abandonó el centro cuando no logró que se aprobara un segundo trasplante. Devries fue contratado entonces por el hospital Humana, perteneciente a una cadena de 91 clínicas privadas del mismo nombre, cuyos establecimientos están distribuidos fundamentalmente en Estados Unidos y en diferentes lugares del mundo.La cadena Humana se ha comprometido con Devries a financiar la implantación de 100 corazones artificiales. El coste de cada operación se ha estimado entre los 100.000 y 250.000 dólares, (18 a 45 millones de pesetas). El corazón, que cuesta unos 15.000 dólares (2,7 millones de pesetas), está accionado por un compresor que pesa 150 kilogramos y cuesta 40.000 dólares (7,2 millones de pesetas).

Además de este compresor, desde la operación de Schroeder se dispone de otro del tamaño de un maletín que puede ser llevado en bandolera y permite al enfermo una cierta autonomía.

Haydon conoció el sábado en la maternidad del hospital Humana a su quinto nieto, Daniel Murray Haydon, hijo de su hijo Derek. Haydon fue trasladado a la maternidad en una silla de ruedas, sin reflejar contrariedad porque el quinto nieto no sea niña. Los cuatro nietos anteriores son todos varones. Haydon dijo: "No ha sido niña esta vez, pero tal vez la próxima".

Tanto Haydon como sus dos antecesores en la mesa de operaciones tuvieron que firmar un documento de 17 páginas en el que se les advierte de todos los riesgos que supone este tipo de operaciones, y en el que se exime de toda responsabilidad al hospital Audubon Humana.

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