La LOAPA de la CEE

El PeriódicoLo que no armonizó la LOAPA lo armonizará la CEE, por lo menos en la cuestión económica. Así se desprende del discurso del presidente del Gobierno, Felipe González, pronunciado en el Senado al comenzar el Pleno autonómico.Europa sirve para todo. Los independentistas invocan la Europa de los pueblos como meta de su proyecto, y Felipe González señala que la Europa supranacional de la CEE rebajará los techos de competencias que en la ordenación económica tienen ahora las comunidades autónomas. La referencia no es nueva, y el propio Felipe González la ha ilustrado en alguna ocasión con el ejemplo de que si España tiene contingenciada la producción de vino, las comunidades autónomas deberán armonizar su producción, y que sería insolidario que una de ellas, al mismo tiempo, estuviera fomentando el cultivo de la vid. Sería responsabilidad del Estado ante la CEE, entonces, pasar el rasero armonizador por aquella comunidad insolidaria. Con otras palabras, aunque no más dulces, es lo que vino a decir ayer Felipe González.

El largo discurso de Felipe González, pronunciado ante el Pleno del Senado y en presencia de los presidentes de los Parlamentos autonómicos y de muchos de los presidentes de los diferentes territorios, no encierra grandes novedades. Felipe González se presenta como el campeón de la agilización en el traspaso de competencias, como el gobernante que ha hecho menos uso de los recursos ante el Tribunal Constitucional y como el más firme defensor del Estado de las autonomías. Pero no puede evitar que los recelos hacia las políticas territoriales aparezcan en cada uno de sus párrafos y que frecuentemente la idea de Estado aparezca como contraposición a la de las Administraciones autonómicas, que son y forman parte del Estado, papel que ayer mismo reivindicaron en el Senado los representantes nacionalistas de Cataluña y Euskadi.

La única novedad de su discurso sería la oferta de una cumbre de presidentes de comunidades autónomas "para diseñar conjuntamente una estrategia de colaboración". La Constitución se aprobó hace seis años y los primeros estatutos de autonomía iniciaron su rodaje hace un quinquenio, pero todavía se ha de diseñar la colaboración entre las diferentes instituciones. Si la colaboración ha de significar rebajar los techos estatutarios para reforzar el papel de la Administración central, la oferta de Felipe González encontrará pocos ecos en los territorios donde los socialistas no tienen mayoría.

13 de febrero