Vista a un aparcamiento
La habitación 517 de la clínica Ruber huele a las semillas de eucaliptus que un anónimo ciudadano madrileño recogió la pasada semana en el parque de El Retiro para su alcalde, y que ahora descansan en dos platos de porcelana depositados en el dormitorio y en la antesala de una pieza hospitalaria que ya tuvo hace poco un huésped ilustre, el general Luis Rosón, herido en atentado etarra. El dormitorio en el que el alcalde de Madrid se recupera de la operación a que fue sometido el pasado viernes es luminoso, amplio y consta de una de esas camas metálicas de hospital, un televisor, un radiador de calefacción eléctrica y unos funcionales silloncitos.El cuarto está pintado en verde muy pálido y decorado con un crucifijo broncíneo sobre la cama. Los familiares, amigos y colaboradores directos del profesor han añadido otros objetos: las semillas de ecupaliptus de El Retiro, el volumen editado por el Ayuntamiento que recoge los bandos de Tierno, el catálogo de la exposición fotográfica Memoria de Madrid de los Alfonso y un libro, Rivages des Origines, Archives des Cahiers du Sud, enviado por Txiqui Benegas.
Durante los días que dure su recuperación el alcalde de Madrid, tendrá desde su dormitorio una vista muy madrileña: un solar convertido en aparcamiento en el cruce de las calles Juan Bravo y General Díaz Porlier, todo rodeado de edificios de mediana altura sobre los que domina la silueta del pirulí, la nueva sede de los servicios informativos de RTVE.
Tanto movimiento de famosos y periodistas por los pasillos de la quinta planta deja indiferentes a sor Irene y sor Pili, las religiosas de las Siervas de María encargadas de coordinar a las enfermeras de la planta. Vestidas de blanco desde el moño a los pies, sor Irene y sor Pili contemplan el ajetreo con rostro impenetrable, en el que aflora por una milésima de segundo una sonrisa irónica. Algo más inquietos, pero tampoco en exceso, que ellos son gente de mundo, andan Javier y Hernán Bergaz, director y administrador, respectivamente, de la Ruber.
Los Bergaz reciben en el vestíbulo de la clínica a Ruiz Jiménez y Rafael Vera con la naturalidad del que regenta un famoso establecimiento, y sólo dé cuando en cuando preguntan: "¿Sabéis si el presidente viene hoy?" Ayer se daba por segura una próxima visita de Felipe González.
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