El conflicto del bacalao
El único contencioso que mantienen España y Noruega es el relativo a la pesca de bacalao por parte española en las islas Svalbard. Oslo quiere limitar a 4.000 toneladas el volumen de capturas porque asegura que ésa es la Cantidad máxima de explotación que permite mantener el equilibrio biológico. En los últimos años España ha capturado en aquellas aguas cantidades que oscilan entre las 15.000 y las 7.300 toneladas.El conflicto tiene sus raíces en la interpretación del Tratado de París de 1920, que concedió la soberanía del archipiélago a Noruega, aunque otorgaba derechos de explotación de sus recursos a los signatarios, España entre ellos.
El bacalao ártico se extiende por tres zonas -Svalbard, Barents y norte de Noruega continental- en las que el Consejo Internacional de Explotación del Mar ha recomendado no capturar más de 300.000 toneladas anuales, de las que sólo el 16%, (48.000 toneladas) puede ser pescado en Svalbard. Las autoridades noruegas consideran que les asiste el derecho a regular unilateralmente la explotación en la zona económica de las islas, que ampliaron a 200 millas en 1977. Pero la parte española interpreta que esa ampliación supone también la de la aplicación del Tratado de París.
España, que sólo puede pescar en Svalbard porque las otras zonas son exclusivas de noruegos y soviéticos, estima que el equilibrio biológico se ve afectado por la sobrepesca que hacen los bacaladeros de estos dos países. Noruega sostiene que Svalbard es un criadero que hay que proteger y acusa a los españoles de violar repetidamente las normas de pesca. España replica que lo que se quiere hacer es que lo pescadores españoles paguen los platos rotos del exceso de capturas de noruegos y soviéticos en las aguas aledañas.
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