La 'generación del 27'

A raíz del comentario publicado en EL PAÍS del 29 de enero titulado Los del 27, de Manuel Vicent, no he podido menos de sentirme indignada y de pensar con enorme dolor en lo que ya Ibn Hazm de Córdoba consideraba como una de las peores características de los españoles, la envidia.Tomaré textualmente ciertos párrafos de este autor que de una manera mucho más certera que la mía expresan este sentimiento al que aludo: "( ... ) Sus habitantes sienten envidia por el sabio que entre ellos surge y alcanza maestría en su arte; tienen en poco lo mucho que pueda hacer, rebajan sus aciertos y se ensañan, en cambio, con sus caídas y tropiezos. ( ... ) Tal es, entre nosotros, la suerte del que se pone a componer un poema o a escribir un tratado: no se zafará de estas redes ni se verá libre de tales calamidades, a no ser que se marche o huya o que recorra su camino sin detenerse y de un solo golpe".

Aunque aparentemente la intención del señor Vicent es hacer una crítica por el tipo de manejo publicitario que se está llevando a cabo con los autores de la generación del 27, cuestión que sólo queda aclarada al final de su comentario, todo él está teñido de ese sentimiento que tanto nos caracteriza y nos envilece.

Al margen de la irrespetuosidad que muestra hacia una generación que, entre otros padecimientos, sufrió el exilio y la terrible contemplación de que su tierra fuera la tierra de los muertos, como nos dice en su poema Díptico español Luis Cernuda, no entendemos ese empeño crítico hacia esta forma de encarar la cultura, ya que, a nuestro entender, sería Manuel Vicent uno entre tantos de los claramente beneficiados por ella.-