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Washington acusa a Moscú de violar acuerdos y preparar su 'guerra de las galaxias'

La Administración Reagan ha acusado a Moscú de haber cometido 11 violaciones claras o potenciales de acuerdos sobre control de armamentos, así como de preparar, posiblemente, su propio sistema de defensa antimisiles, a pesar de las continuas denuncias lanzadas por la URSS contra los planes estadounidenses de desarrollar la llamada guerra de las galaxias

En un informe remitido el viernes al Congreso por el Gobierno se llega a la conclusión de que Moscú ha violado siete tratados o acuerdos internacionales en materia de control de armamentos, y probablemente cuatro más. Sólo una de estas violaciones es realmente nueva. Dos de las incluidas en el informe fueron ya denunciadas como posibles violaciones en otro informe presentado hace un año, y el resto eran conocidas.La agencia soviética Tass rechazó ayer estas acusaciones con el argumento de que el documento remitido por Reagan al Congreso "no contiene ni un solo dato preciso confirmado". EE UU y la URSS deben iniciar nuevas conversaciones sobre control de armamentos en Ginebra el próximo 12 de marzo, y, en ese contexto, el presidente Reagan dijo al Congreso que las violaciones soviéticas de los acuerdos vigentes "minan el elemento de confianza que resulta esencial para cualquier futuro proceso de control de armamentos".

Sin embargo, Kenneth Adelman, director de la Oficina de Desarme y Control de Armamentos de EE UU, afirmó que Washington no cejará en sus esfuerzos por alcanzar acuerdos efectivos y verificables que "reduzcan el riesgo de guerra".

Además de denunciar estas violaciones, el informe publicado el viernes observa que ciertas acciones soviéticas "sugieren que la URSS puede estar preparando una defensa de su territorio nacional por medio de misiles antibalísticos (ABM)". Funcionarios estadounidenses que no quisieron ser identificados afirmaron que este pasaje del informe trata de mostrar que los dirigentes soviéticos podrían estar preparando su propio sistema de defensa contra misiles, a pesar de sus denuncias del proyecto norteamericano de guerra de las galaxias.

El informe indica que este sistema soviético utilizaría misiles lanzados desde tierra para destruir misiles atacantes, en contraposición con el plan de EE UU, que se apoya en dispositivos antimisiles basados en el espacio. El documento añade que uno de los indicios de que la URSS desarrolla este tipo de sistema son las pruebas realizadas por los soviéticos de SAMS (sistemas de misiles tierra-aire) en relación con equipos ABM.

La nueva violación de que da cuenta el informe es que la URSS mide fuera de su territorio las radiaciones provocadas por sus pruebas nucleares subterráneas, en contravención de lo previsto por el Tratado de Prohibición de Pruebas Limitadas. Añade el documento que pueden considerarse como confirmadas dos violaciones ya denunciadas como posibles: la prueba de un nuevo misil intercontinental SS-X-25 y la instalación de un radar de defensa ABM.

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El S S-X-25 es, según el informe, el segundo nuevo misil soviético. El Tratado sobre Limitación de Armas Estratégicas de 1979 (SALT-2) sólo permite el desarrollo de un nuevo misi a cada parte contratante, y el documento Reagan afirma que Washington y Moscú se comprometieron a observar el acuerdo SALT-2, aunque nunca fue ratificado.

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