El amigo cubano
F. O. La República Popular de Angola es, junto a Cabo Verde, el tercer país africano -el primero fue Togo- en el que, al parecer, las autoridades españolas pretenden confinar a nuevos miembros de la organización terrorista ETA Militar expulsados de Francia, siguiendo la línea de los acuerdos en cooperación antiterrorista concluidos por ambos países el pasado año. Las relaciones entre Angola y España marchan por buen camino, sobre todo tras la visita oficial que realizó a Madrid en septiembre último el presidente angoleño, José Eduardo dos Santos.
En medios diplomáticos de Cabo Verde no se descarta que las gestiones que viene realizando el Gobierno español estén siendo apoyadas por el Gobierno de la República de Cuba, que ejerce cierta influencia tanto en Cabo Verde como en Angola, donde La Habana tiene destacados unos 25.000 miembros de las llamadas fuerzas internacionalistas, que luchan en este último país contra el acoso surafricano.
El papel de Cabo Verde, país también objetivo de España para el envío de terroristas, es clave, ya que el Gobierno de Praia se ha convertido en el interlocutor más importante de los países africanos de habla portuguesa, y, además, sigue de cerca todos los acontecimientos que se desarrollan en Angola, especialmente en torno al futuro de Namibia.
Tampoco se descarta que Cuba actúe en este caso sobre todo influyendo en los Gobiernos de Cabo Verde y de Angola para que acepten la petición española, habida cuenta de que, durante la estancia en Praia de Rafael. Vera y del teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, al parecer se habló de "un viaje a Cuba", que no ha sido confirmado, al menos oficialmente, en Praia.
Además de los confinamientos, se barajan otras hipótesis sobre el viaje de la delegación española a Cuba, que ha tratado por todos los medios de mantener en secreto su visita. Entre estas hipótesis, destaca el posible traslado de los terroristas confinados en Cuba a uno de estos países lusoparlantes y la posibilidad de un encuentro en África de miembros de ETA Militar y representantes del Ministerio del Interior español. Se da la circunstancia de que entre los confinados en Cuba figuran varios dirigentes etarras.
