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Hoy, nueva reunión del consejo de administración de la entidad

Claudio Boada será hoy el nuevo presidente del Banco Hispano Americano

Claudio Boada, actual presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), aceptará hoy la oferta del consejo de administración del Banco Hispano Americano para nombrarle presidente de la entidad. Dicha propuesta cuenta con el visto bueno de Mariano Rubio, gobernador del Banco de España. El consejo de administración del Hispano se reunió alrededor de las 21.15 horas en la sede de la entidad, en la madrileña plaza de Canalejas, tras conocer el rechazo a la oferta previa para sustituir a Alejandro Albert de José Vilarasau, director general de La Caixa.Tras negar durante toda la tarde el conocimiento de que se fuese a celebrar una reunión del consejo de administración, el gabinete de prensa de la tercera entidad financiera del país dio al filo de la medianoche un escueto comunicado, que textualmente dice: "El consejo de administración del Banco Hispano Americano, en su reunión de hoy (por ayer), estudió el escrito en el que el hasta ahora presidente de la entidad, Alejandro Albert Solís, ponía su cargo a disposición del consejo por motivos de salud, al objeto de que pueda adoptar con plena libertad las decisiones que estime más convenientes al mejor servicio de los intereses del banco. El consejo, comprendiendo las razones expuestas por don Alejandro Albert Solís, acordó aceptar la renuncia a su cargo de presidente, acordando al mismo tiempo una amplia delegación de facultades en favor del vicepresidente, don Antonio Basagoiti Amézaga, de conformidad con lo previsto en las normas estatutarias, para que las ejerza como presidente en funciones hasta tanto se provea el nombramiento del nuevo presidente".

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Antonio Basagoiti (nieto del fundador del Hispano Americano) será el presidente en funciones de la entidad hasta que Boada pueda formalmente hacerse cargo de ella. Cuando se inició la reunión del consejo ya se había hecho la gestión con Boada, que dio su visto bueno, pendiente de comunicarle la novedad a su actual superior, el ministro de Industria, Carlos Solchaga.

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Claudio Boada, actual presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos, sustituirá a Albert en el Hispano Americano

Viene de la primera páginaLos 20 consejeros del Hispano comenzaron la reunión tras conversar más de una hora entre ellos y conocer la renuncia que pocas horas antes había protagonizado José Vilarasau. El consejo de administración del Hispano se volverá a reunir en la mañana de hoy para nombrar formalmente a Claudio Boada séptimo presidente de la entidad desde que fue fundada en el año 1900.

El día de ayer fue trepidante para los 20 consejeros de la entidad. A las 13.45, aproximadamente, un motorista llevó a los miembros del consejo la convocatoria urgente por carta de la reunión. A los consejeros de fuera de Madrid se les convocó telefónicamente. Todos ellos estaban localizables desde el pasado sábado para cualquier momento. Inmediatamente se cruzaron llamadas telefónicas entre ellos preguntándose cuál era el estado de la cuestión, sin resultados aparentes.

La comisión ejecutiva del banco (compuesta por Alejandro Albert, Antonio Basagoiti, Jaime Soto, Rafael Azcoaga, Antonio Barrera de Irimo, Juan Antonio Ollero, Alberto Oliart, Javier Benjumea, Ramón Serrano) había estado reunida toda la mañana preparando la reunión del consejo y siguiendo, minuto a minuto, la evolución de las cotizaciones del Hispano Americano en las bolsas de valores.

Diversos consejeros de la entidad, no pertenecientes a la comisión ejecutiva, expresaron su malestar a este periódico por la opacidad con que los hombres fuertes del Hispano estaban llevando el proceso. "Los conserjes tienen más información que nosotros", afirmó uno de ellos.

El acercamiento de Ferrer

La reunión del consejo comenzó con retraso, alrededor de las 21.15, y finalizó cerca de las diez de la noche. Según fuentes solventes se desarrolló sin especiales tensiones. En la sesión de hoy se podría abordar, por primera vez, si Alejandro Albert continúa como presidente ejecutivo del Banco Urquijo-Unión, puesto del que no ha dimitido, o quién será su sustituto. Asimismo, se volverá a hacer repaso de las personas que pueden ocupar -además de Boada- los cinco puestos vacantes en el consejo de administración (correspondientes a Pedro Gamero, Luis de Usera, Eugenio Rodríguez, Eusebio Bertrand y Francisco Urquía). Por último, se hará el primer borrador de calendario para negociar las ayudas financieras al grupo por parte del Banco de España y los sacrificios que la entidad tiene que asumir.

Entre los nombres que se mencionan para futuros consejeros destaca el de Carlos Ferrer Salat, amigo personal de Boada, ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), presidente del Banco de Europa (en cuya sede madrileña tiene el despacho cuando visita la capital de España) y presidente de Laboratorios Ferrer (multinacional farmacéutica de nacionalidad española). Por el contrario, los contactos hechos por Albert para cubrir estas vacantes han perdido bastante fuerza. Adrián Piera, Juan Antonio García Díez, etcétera, deberán, ahora, hablar con Boada.

La presencia de Boada al frente del Hispano acaba con el vacío de ,poder de la entidad, pero crea otro en el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). Se viste a un santo para desnudar otro. El mandato de Boada acababa estatutariamente en el mes de mayo. Su dimisión habrá de ser comunicada al ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, del que depende orgánicamente el holding energético público.

Diversas fuentes consultadas afirman que la persona que tiene más posibilidades de sustituir a Boada es José María Amusátegui, presidente de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA). Sin embargo, el propio Amusátegui declaraba la pasada semana a este periódico que no sabía nada del tema. Por el contrario, Boada no tiene por qué dimitir de la presidencia de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), otro de los puestos -que ocupa. Precisamente hoy, Boada, junto con José María Cuevas -presidente de la CEOE- y Josep Maria Figueras -presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio- serán los anfitriones del rey Juan Carlos y del presidente del Gobierno, Felipe González, en la Cumbre exportadora que se celebra en Madrid. Puede ser el primer acto público del empresario catalán como presidente del Banco Hispano Americano.

Para llegar al consenso de Boada, el consejo del Hispano tuvo que conocer antes el rechazo a la presidencia del Hispano de la primera persona a la que se le había ofrecido, el director general de La Caixa, José Vilarasau. Antes de conocer tal rechazo, los consejeros habían barajado tres alternativas: en primer lugar, si Vilarasau aceptaba definitivamente, refrendar su nombre como sucesor de Albert; en segundo lugar, si el financiero catalán pedía un nuevo plazo de reflexión -en cualquier caso, corto-, dar poderes delegados de presidente al vicepresidente de la entidad Antonio Basagoiti (nieto del fundador del Hispano) y a la comisión ejecutiva del banco, que tampoco los tenía, de forma que no hubiese ningún vacío de poder. Por último, en el caso de que Vilarasau hubiera descartado totalmente venir a Madrid, empezar a plantear la opción Boada.

Entrevista con Mariano Rubio

Poco después de las cinco de la tarde, el director general de La Caixa se entrevistó en la sede del Banco de España, en la madrileña plaza de Cibeles, con el gobernador del banco emisor, Mariano Rubio. No trascendió nada de la reunión, aunque es de prever que Vilarasau requiriese todos los datos existentes sobre la situación del Hispano Americano. Fuentes cercanas a Vilarasau confirmaron a este periódico, tras la entrevista con Rubio, su negativa a venir a trabajar a Madrid, informa desde Barcelona Xavier Vidal-Folch. Según estas fuentes, en la decisión de Vilarasau habría pesado determinantemente su posición favorable en La Caixa -"me han tratado siempre de maravilla", ha afirmado en más de una ocasión- y los problemas familiares de trasladarse de domicilio, pero no el haber conocido la verdadera situación financiera del Hispano.

Vilarasau Salat -primo carnal de Carlos Ferrer Salat- mantuvo una reunión a primeras horas de la mañana de ayer, antes de salir para Madrid, con los principales ejecutivos de la caja de ahorros catalana. La impresión general que les transmitió era que viajaba a la entrevista con Mariano Rubio para confirmar que no aceptaba el puesto (posibilidad que ya había adelantado a sus allegados el pasado domingo) y que, en cualquier caso, tendría que aclararse totalmente la situación como para modificar su criterio y aceptar el puesto de presidente en la tarde de ayer.

Tras esta reunión se trasladó a Madrid en el puente aéreo entre Madrid y Barcelona a media mañana. Le acompañaba el presidente de La Caixa, el abogado Salvador Millet i Bel. Millet es una de las tres personas del interior de la entidad catalana cuyo parecer habría pesado significativamente en la hipótesis de que hubiera que designar un nuevo director general de la caja. La otra es el actual presidente de honor, Narcís de Carreras, su predecesor en el cargo, cuñado de Millet y como él, antiguo prohombre de la Lliga Regionalista de Francesc Cambó.

Completa la tripleta de hombres con capacidad de influencia en las grandes decisiones Josep Maria Figueras, presidente del Consejo Superior de Cámaras y que, con Millet, realizó en 1977 un intento de resucitar el antiguo partido de Cambó.

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