La dimisión de Alejandro Albert al frente del Hispano reabre el proceso sucesorio en el tercer banco del país
El presidente del Banco Hispano Americano, Alejandro Albert, puso el pasado miércoles su cargo a disposición del consejo de administración de la entidad. La dimisión de facto de Albert se conoció ayer oficialmente a través de una nota oficial del Hispano en la que se dan como causas de la decisión "la necesidad de someterse temporalmente a tratamiento médico y su deseo de que el ejercicio de sus funciones de la más alta responsabilidad en la institución no sufran menoscabo alguno". Sin embargo, y dejando de lado el factor de la enfermedad (desconocido hasta hace pocos días), todo hace indicar que el Banco de España ha considerado condición imprescindible para la concesión de nuevas ayudas al grupo Hispano la presencia de un nuevo titular ejecutivo al frente del grupo.
Alejandro Albert, presidente del Banco Hispano Americano y del Urquijo-Unión -primer banco industrial del país-, puso el miércoles pasado su cargo de presidente del Hispano a disposición del consejo de administración a través de la comisión ejecutiva, entre otras razones, por encontrarse aquejado de una enfermedad que exige un fuerte tratamiento médico que le va a impedir mantenerse. en ese puesto en unos momentos como los actuales que exigen una completa dedicación. Fuentes allegadas a Albert señalaron que se trataba de un enfermedad ganglionar. El consejo de administración decidíó reunirse de forma inmediata para nombrar un nuevo presidente, al tiempo que negaba cualquier ingerencia por parte de las autoridades monetarias a la hora de nombrar un sustituto. Se ignora si Albert seguirá siendo presidente del Urquijo-Unión.Sin embargo, la reunión del consejo no pudo celebrarse ayer por la ausencia de varios consejeros de Madrid. Además, dicha reunión deberá realizarse con una propuesta absolutamente clara de quién debe ser el nuevo presidente, aspecto que todavía no está suficientemente claro para ninguno de los responsables de la entidad. Algunos consejeros consultados por este periódico indicaron que, como pronto, la reunión se celebrará a principios de la semana entrante, lo que ha causado enorme preocupación en medios bursátiles que se preguntan qué ocurrirá el lunes en la apertura de las Bolsas de valores si continúa el ambiente de confusión existente. Así pues, este fin de semana será decisivo para el futuro de la entidad. En cualquier caso se considera que en las próximas horas los consejeros con poder real dentro de la entidad adoptarán una posición clara sobre el sucesor de Alejandro Albert. A ultima hora de la tarde de ayer se reunía un número indeterminado de consejeros en la casa que el vicepresidente, Antonio Basagoiti, tiene en La Moraleja (Madrid).
Asumir todas las funciones
El proceso sucesorio de Alejandro Albert está planteado desde, al menos, 10 o 15 días, pese a lo cual diversas personas vinculadas al banco extendieron la opinión, a finales de la semana pasada, de que Albert iba a asumir todas las funciones ejecutivas del banco y, entre ellas, la de cubrir las cinco vacantes existentes dentro del consejo de administración. Para dichas vacantes se mencionaron nombres como los de Claudio Boada, Juan Antonio García Diez, José Luis López Sánchez, Adrián Piera y una persona vinculada al Commerzbank, primer accionista del Hispano (con un 10% de las acciones).
Desde entonces se ha manejado una doble alternativa para la presídencia del banco: una externa al mismo, y otra interna. Para la primera -propiciada al menos teóricamente por la autoridad monetaría- se han manejado, entre otros, los nombres de José Vilarasau (director general de la Caja de Pensiones para la Vejez y Ahorro de Cataluña y Baleares), Manuel de la Concha (recién reelegido síndico de la Bolsa de Madrid) y Claudio Boada (presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos). Respecto a la segunda, el Hispano propuso los nombres del histórico vicepresidente de la entidad, Antonio Basagoiti, y del exministro Antonio Barrera de Irimo, que fueron rechazados por el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio. Ahora, el Banco de España busca llegar a un consenso con el consejo de administración de la entidad. Por ello, se mencionaba con fuerza el nombre de Vilarasau, muy vinculado en el pasado a la trayectoria personal de Barrera de Irimo (fue director general de Telefónicacuando Barrera era presidente). En las conversaciones que mantuvo con Mariano Rubio, Albert le propuso un esquema intermedio consistente en alejarse de la presidencia por un período temporal, dependiente de la recuperación de su enfermedad -de tipo linfático-, en el que asumiría las funciones ejecutivas José Luis López Sánchez, consejero del UrquijoUnión, amigo personal suyo, y con el beneplácito del Commerzbank. La respuesta de la autoridad monetaria fue de rotunda oposición ante la necesidad de disponer de un interlocutor con fuertes poderes ejecutivos y reales para iniciar el durísimo proceso de replanteamiento de ayudas financieras al grupo.
Confusión de confusiones
En los diferentes medios financieros se observaba ayer una confusión total sobre la situación. Se barajaban ternas y soluciones, la mayor parte de ellas interesadas en insinuar nombres o en dar otros para quemarles como alternativa. Personas muy vinculadas al Hispano Americano subrayaron las dificultades de que, al fin, se adoptase la solución interna, es decir, que fuese nombrado presidente un hombre de la casa. Los presidenciables de fuera de la entidad también guardaron un silencio sepulcral. Manuel de la Concha, mencionado ayer como sustituto de Albert en un diario, afirmó haberse enterado de la noticia "por los periódicos". Sin embargo, algunas personas vinculadas a De la Concha reconocieron que su nombre figuraba en una lista desde hacía dos semanas e incluso manifestaron que podían existir circunstancias favorables para su nombramiento, aunque consideraron la publicación de la noticia como negativa para esta posibilidad.
La solución externa
Pese a que desde medios cercanos al Banco de España hayan tomado cuerpo las mayores probabilidades de una solución externa al propio banco, este periódico pudo detectar una enorme preocupación sobre este hecho en algunos representantes del mundo financiero y de la Presidencia del Gobierno. Entre estos últimos se manifestaba una grave preocupación ante la crisis del Hispano como precedente de "una segunda fase en la crisis bancaria en España, muy diferente de la anterior"; tampoco parecía gustarles la tesis externa ante la imagen de intervención encubierta que se podía crear.
En todo este marasmo de rumores destacaba el hecho de que casi en ningún caso se haya mencionado como sucesor de Alejqndro Albert a Jaime Soto, consejero delegado del banco, uno de los pocos ejecutivos del grupo que no estuvo vinculado en el pasado ni al Banco Urquijo ni a Bankunión, ni siquiera al pasado del Hispano.
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