El Gobierno evalúa la cifra de parados reales en España entre un millón y millón y medio de personas
El Ministerio de Trabajo estudia la modificación de los criterios con que se elaboran las estadísticas de paro registrado, con el fin de disminuir sustancialmente la cifra de desempleados. En medios del Gobierno existe el pleno convencimiento de que el paro real ronda en torno al millón o millón y medio de personas y no los 2,5 millones que recogen las estadísticas oficiales. Con los nuevos criterios, varios colectivos -hasta ahora incluidos- desaparecerían de las estadísticas y las cifras totales se reducirían notablemente -tal vez hasta el millón-. Paralelamente, se está estudiando una nueva fórmula para la elaboración de la encuesta de población activa (EPA), que tiene los mismos objetivos que la reforma estadística del paro registrado.
Los nuevos criterios que en estos momentos está estudiando el Ministerio de Trabajo harán reducír considerablemente las cifras actuales del paro registrado. De los 2,5 millones de personas, que según fuentes oficiales, acudieron a apuntarse a las oficinas de empleo como parados, el Gobierno está convencido que más de un millón son falsos desempleados. El paro real, según esta opinión -ampliamente extendida en medios gubernamentales- está en torno al millón de personas. El resto está en la economía sumergida.De acuerdo con los nuevos criterios en período de estudio, en el futuro no se consideran parados a los mayores de 55 años que puedan enlazar con la jubilación anticipada a los 60.
Este colectivo, según la ley de Protección al Desempleo cobrará hasta su jubilación un subsidio igual al 75% del salario mínimo. El Gobierno considera que estas personas no son paradas, sino prejubiladas, con. lo que no tienen por qué aparecer en las cifras de paro registrado al no estar en realidad buscando empleo. Parados mayores de 55 años existen en nuestro país, según los últimos datos, alrededor de 160.000 personas.
La búsqueda y el deseo de empleo son precisamente condiciones para que una persona sea considerada parada. El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Joaquín Almunia, ofreció hace unos días una nueva definición del parado que recogía esta idea. Según las palabras del ministro, se considera parado a "aquella persona que tiene voluntad de trabajar y así lo expresa en las oficinas de empleo".
Incapacidad lahoral
De las cifras de paro registrado se excluirá también a aquellos desempleados en incapacidad laboral transitoria, durante el tiempo que permanezcan en esta situación. Otro de los colectivos que desaparecerá de las listas es el formado por aquellos parados que estén realizando algún curso de formación ocupacional tanto en centros oficiales como en aquellos que gocen de aportaciones del Estado.
Finalmente, se está estudiando una nueva clasificación de los estudiantes, hasta ahora no incluidos en las estadísticas. La idea es ampliar el concepto de estudiante por encima de los criterios vigentes.
Todo ello irá acompañado de un mayor rigor en la inscripción en las oficinas de empleo y de la aplicación estricta de medidas de control. En este sentido se está estudiando la posibilidad de sacar del censo a los trabajadores que rechacen las ofertas de empleo. Hasta ahora un parado podía negarse a aceptar un trabajo si consideraba que rechazar una oferta de empleo si no era adecuada a su formación. De prosperar los nuevos criterios, se expulsaría del censo de parados a los que rechacen cualquier oferta de empleo, "ya que", según comentaba una fuente de Trabajo, "se entiende que la oferta que se le haga en la oficina de empleo es adecuada".
Hinchar las cifras
Con la aplicación de estas medidas, fuentes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social reconocieron que se perseguía disminuir drásticamente la cifra de parados que "estamos convencidos de que están muy hinchadas". El problema, según los mismos medios, es evitar que se interprete que se trata de reducir artificialmente el paro, cuando lo que íntentamos es situarlo en su verdadera dimensión".
Los citados medios señalaron que el Gobierno considera que no puede haber 2,5 millones de parados cuando de enero a noviembre se han creado 1.200.000 colocaciones sin que ello haya necho reducir las cifras.
Ello, según estos razonamientos, sólo puede explicarse porque un elevado número de parados están realizando trabajo clandestino. Otras fuentes señalaron que las modificaciones en estudio responden exclusivamente a la necesidad de homologar nuestras estadísticas a las de la Comunidad Económica Europea (CEE) que, por otra parte, tampoco guarda una total homogeneidad en sus criterios.
La operación sobre el paro registrado está llevándose a cabo paralelamente a la reforma del sistema de elaboración de la encuesta de población activa (EPA). Aunque en el Instituto Nacional de Estadística guardaron ayer un total mutismo a este respecto, otras fuentes confirmaron que se está estudiando una nueva fórmula de encuesta que permitirá reducir considerablemente el número de parados.
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