Esterilización no es mutilación
Si no fuera lamentable, resultaría divertido el cúmulo de errores e ideología trasnochada que representa la declaración de los presidentes de la Organización Médica Colegial con respecto a la esterilización voluntaria masculina o femenina. En medicina, lo que ayer era tenido por cierto hoy es puesto en duda y mañana desechado por erróneo. Hoy, la esterilización quirúrgica no es irreversible.En lo que a la ligadura de trompas se refiere, Víctor Gomel, el famoso ginecólogo refiere una reversibilidad seguida de embarazo intrauterino en el 80,8% de las mujeres por él operadas (fértil, estéril, 33:583, 1980). La reversibilidad de la vasectomía llega casi al ciento por ciento en cuanto a la presencia de espermatozoides, y son muchos los autores que hoy refieren un 70%-80% de embarazos posteriores (Coss L., Urology: XXII, volumen 6, diciembre 1983). ¿Cómo puede afirmarse que "la esterilización es una grave mutilación que desprecia la calidad biológica y personal de quien la sufre"?
Nadie sufre una esterilización. La solicita, conversa con el médico sobre su conveniencia o no, establece una cita y paga los honorarios. Aquí no se regalan transistores. La esterilización quirúrgica no representa ninguna alteración de la biología masculina o femenina. Confundirla con una castración es propio de personas a las que la vida ha negado el acceso a unos mínimos niveles educativos. Los niveles hormonales y la producción de óvulos y espermatozoides se mantienen, por ello la reversibilidad es posible.
La calidad de vida personal no sólo no se perturba, sino que mejora apreciablemente. De hecho, es determinante en la decisión del varón que solicita la vasectomía la conversación con un vasectomizado que le expresa su satisfacción. Los varones que recibimos hoy son amigos, vecinos, parientes o compañeros de trabajo de los hombres que operamos hace unos meses. No hay mayor satisfacción para el profesional.
Desde un punto de vista médico y humano, no puede dejarse de valorar como muy positiva la creciente aceptabilidad de la vasectomía, pues representa un magnífico valor de corresponsabilidad del varón en las tareas de planificación de la familia. Desde el punto de vista obstétrico, la ligadura de trompas preserva la vida y salud de la mujer, al evitar los riesgos de la multiparidad, de la subnormalidad dependiente de edad materna y de los partos a avanzada edad. Permite al matrimonio una vida de relación sin los sobresaltos del retraso menstrual y una dedicación a los hijos que una nueva maternidad podría dificultar.
Dejémonos de monsergas éticas. Las parejas que buscan asesoramiento ético o religioso acuden al confesor o director espiritual, que son los profesionales del tema y tienen la ventaja adicional de seguir siendo gratuitos. Cuando una pareja acude al médico, buscan conocimientos científicos probados y actuales, una actitud profesional exenta de prejuicios morales y una experiencia quirúrgica que les garantice resultados, de calidad. Lo demás es cuento.- Ginecólogo.
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