Un niño de 12 años se suicida en un pueblo de Cádiz la víspera de la vuelta al colegio

Un niño de 12 años de edad se quitó la vida la tarde del lunes 7 de enero, en Ubrique (Cádiz), de un tiro de escopeta que le destrozó la cabeza. Aunque la confusión rodea las circunstancias de la muerte de J. M. C. R., todo parece indicar que el suicidio se produjo por las dificultades del niño en el colegio. Las últimas calificaciones fueron malas. Él se pegó el tiro la víspera del comienzo de las clases.

Una primera reconstrucción de los hechos parece indicar que el lunes por la tarde, el niño, tras coger varios cartuchos de la tienda de su padre, tomó la escopeta de caza -arma relativamente familiar en un pueblo como Ubrique, donde la caza se practica de forma generalizada- y se dirigió a una habitación de la planta alta de su casa para pegarse dos tiros. El primero salió desviado hacia el techo, esto no le hizo desistir de su idea, disparándose el segundo que le destrozó la cabeza. Ayer todo el pueblo acudió a su entierro. Destacó sobre todola presencia de los niños de la localidad, que tuvieron permiso especial para no acudir a clase y asistir al sepelio.La desolación en la familia sólo parece equiparable al desconcierto. Los padres del niño poseen un pequeño comercio-armería donde se venden cartuchos. Su comercio sufrió hace escasamente dos meses un incendio.

El niño, que tenía dos hermanos, era muy bueno para unos, inquieto y difícil para otros, pasaba dificultades en el colegio y parece que los padres habían solicitado una atención especial del profesorado. En las últimas calificaciones escolares había varios suspensos y alguna observación de los maestros sobre laactitud del pequeño.

"Yo no iré al 'cole"

El colegio Reina Sofía -donde el niño cursaba sus estudios permaneció ayer cerrado en señal de luto. Allí ha sido difícil conseguir datos sobre la personalidad del muchacho. Para el director del centro y para uno de sus profesores, el niño era normal y no se explican cómo ha podido ocurrir la tragedia. Es más, no acaban de encontrar una relación directa sobre su comportamiento en el centro con el terrible desenlace. Entre los vecinos de Ubrique se habla, sin embargo, de la depresión de uno de los maestros ante la dimensión del suceso.

Las versiones sobre el caso son muchas, aunque nadie pretende tener toda la verdad. Duda y miedo sobre las auténticas razones del niño para, con sus 12 años, quitarse la vida. El pequeño parece que no había sido especialmente castigado durante la Navidad por las notas, había recibido regalos y había participado de las fiestas. En el colegio no acaban de entenderlo, y en el pueblo todos le recuerdan como normal, juguetón y bueno.En Ubrique, en medio del estupor que atenaza a toda la población, una historia va de boca en boca y parece cierta: la abuela le dice a sus tres nietos, el último día de las vacaciones navideñas: "Mañana se acaba lo bueno, mañana al cole". J. M. C. contestó: "Yo no iré al cole".