El ex embajador de Colombia en España recomendó al falso periodista que trafico con cocaína

El ex embajador de Colombia en España, Emilio Valderrama, pidió por escrito al Gobierno de Bogotá que prestara ayuda al supuesto periodista José Javier Gómez Ballesteros, que fue detenido el pasado 14 de diciembre en Madrid por su implicación en el tráfico de cocaína a través de las valijas diplomáticas. Por el mismo motivo fue detenido el pasado día 23 el secretario de la Embajada de Colombia en Madrid, Gustavo Jácome Lemus.

10 funcionarios de la Secretaría de Información y Prensa de la presidencia de la República y del Ministerio de Relaciones Exteriores han sido interrogados en Bogotá por la justicia militar, ya que el país se encuentra en estado de sitio desde el asesinato por los traficantes de drogas del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, el 1 de mayo de 1984.Emilio Valderrama, recomendó a Gómez Ballesteros por medio de una carta dirigida a la presidencia de la República y fechada el 25 de noviembre de 1983. Dicha carta iba dirigida al secretario de Prensa del palacio de Nariño, sede de la presidencia de la República, a quien "rogaba" ayudar al supuesto periodista José Javier Gómez Ballesteros "vinculado", precisaba el escrito, "a los más cualificados medios españoles, como la televisión y Radio Nacional".

Gómez Ballesteros no utilizó esta carta hasta el día 5 de noviembre de este año, cuando viajó a Colombia y se presentó con ella en la Secretaría de Información y Prensa del palacio presidencial y en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Aprovechando la recomendación, preparó en la Secretaría de Información los dos despachos de cocaína a través de las valijas diplomáticas. Los alijos de cocaína, según manifestó la propia presidencia del Gobierno colombiano, iban camufiados en latas selladas "que en apariencia contenían películas sobre Colombia filmadas por un supuesto periodista de Televisión Española".

Interrogatorios a funcionarios

En la fecha en que Gómez Ballesteros presentó la carta de recomendación de Valderrama, éste ya había cesado como embajador, cargo que ahora ostenta Ramiro Andrade desde hace tres meses. Valderrama manifestó ayer que en todas las embajadas se suele prestar colaboración a las personas que necesitan hacer gestiones en Colombia, y más si son de carácter cultural.

Por otra parte, 10 funcionarios de la presidencia de la República y del Ministerio de Relaciones Exteriores han sido interrogados por la juez 53 de instrucción penal militar, Piedad Rodríguez quien está investigando el caso en colaboración con el jefe del F-2 Nacional (servicio secreto de la policía), coronel Miguel Alfredo Maza Márquez, nombrado por el Gobierno para dirigir policialmente este tráfico de drogas.

En medios periodísticos de Bogotá y en círculos oficiosos diplomáticos se comentaba aye que la cifra de detenidos en Colombia por este tráfico de cocaína a través de las valijas diplomáticas había ascendido a cuatro -EL PAIS informó en su edición del viernes que existían tres arrestados-, aunque el Gobierno guarda absoluta reserva sobre ello, así como sobre la identidad de los interrogados por la justicia militar.

Lo mismo ocurre con la noti cia de que había sido encontrada cocaína en un despacho de las oficinas de Prensa del palacio presidencial. Esta falta de información oficial está provocando cierta indignación en los círculos periodísticos de Bogotá. La Prensa colombiana y los corresponsales extranjeros en la capital creen que hasta pasadas estas fiestas no habrá un comunicado oficial que aclare estos extremos.

El ministro de Relaciones Exteriores, Augusto Ramírez Ocampo, desmintió ayer una información aparecida en el periódico colombiano El Espectador, según la cual desde hacía dos años se venía utilizando la valija diplomática para mandar cocaína a España. El ministro, que declaró que el incidente de la embajada de Colombia en España "es un caso aislado", afirmó que había realizado personalmente la relación periódica del contenido de las-valijas enviadas a España durante el último año y los únicos despachos posibles fueron descubiertos el 12 y el 19 de diciembre pasados, en los que, según parece, se transportaron dos kilos y medio de cocaína.

Dos diplomáticos colombianos se han visto involucrados en los últimos años en tráfico de estupefacientes, al igual que Gustavo Jácome, ex segundo secretario de la Embajada de Colombia en Madrid. El primero de ellos es José Álvaro Córdoba Bojassen, detenido el 14 de octubre de 1970 en Nueva York cuando ocupaba el cargo de vicecónsul; el segundo es Joaquín Vengoechea Pineda, subsecretario asistente de Asuntos Administrativos de la cancillería, detenido el 18 de junio de 1982.