_
_
_
_

Más de 100.000 soldados para actuar fuera del área de la OTAN

La llamada Fuerza de Despliegue Rápido (FDR), concebida en el plano teórico hace décadas, pero creada en la práctica en 1979, bajo la última Administración Carter, está constituida por un conjunto de tropas destinadas a servir a los intereses militares específicos de EE UU en todo el mundo, sin interferencias ni perjuicio para los compromisos de este país con la Alianza Atlántica.Hechos como la ocupación soviética de Afganistán, en diciembre de 1979, y la crisis de los rehenes de le Embajada norteamericana en Teherán, registrada un mes antes, dieron impulso a este proyecto, al reforzar la convicción de Washington de que EE UU debía tener capacidad de intervención para defender sus intereses propios en zonas ajenas al Atlántico Norte, que constituye el ámbito de actuación de la OTAN. Datas fiables indican que más de 100.000 soldados norteamericanos quedaron adscritos a la FDR.

Más información
EE UU estacionará cuatro barcos de guerra en el Atlántico para apoyar a su Fuerza de Despliegue Rápido

El general Bernard Rogers, que en 1979 era jefe de Estado Mayor de EE UU y en la actualidad desempeña el cargo de jefe supremo de las fuerzas europeas de la OTAN (SACEUR), tuvo un papel importante en el desarrollo de la nueva fuerza. Su sucesor al frente de las. fuerzas armadas norteamericanas, el general Edward Meyer, manifestó el 17 de septiembre del año citado, en conferencia de Prensa, que la FDR "indicará al mundo la capacidad [de EE UU] de proyectar poder" fuera de sus fronteras. Harold Brown, que entonces era secretario de Defensa, manifestó el 14 de diciembre del mismo año que la FDR sería utilizada "no sólo en Oriente Próximo, sino en varias otras partes del mundo".

El propio Brown había explicado un día antes dos pasos fundamentales para el desarrollo del proyecto. "El primero será el despliegue de una flota de buques en posición preventiva, que transportarán alimentos desecados, equipos pesados y otros suministros para tres brigadas de infantería de Marina. En tiempo, de paz esos barcos permanecerán en zonas alejadas de EE UU donde la presencia de tropas norteamericanas pueda ser necesaria". Añadió el secretario de Estado que los buques no serían propiamente de asalto, ya que no transportarían soldados, sino únicamente los pertrechos que éstos nesitarían cuando éstos fueran desplazados hasta la zona de conflicto por vía aérea.

"La otra gran iniciativa", prosiguió Brown, "será el desarrollo y construcción de una nueva flota de grandes aviones de transporte capaces de transportar armamento pesado, carros de combate incluidos, a distancias intercontinentales". El proyecto de la FDR ha seguido adelante bajo la Administración Reagan, y a comienzos de este año comenzará el despliegue de la fuerza de buques en posición preventiva, de la que habló Brown hace cinco años. El principal problema que encuentra Washington para llevarlo a efecto es precisamente que otros países le cedan de manera permanente el derecho a utilizar las instalaciones que estas unidades móviles precisan para poder repostar y efectuar trabajos de mantenimiento.

En ese sentido, EE UU sondea especialmente, desde hace tiempo, a España, a Portugal y a Turquía, junto a otros países europeos de la OTAN. En todos los casos el tránsito y uso de instalaciones por parte de unidades militares norteamericanas en misión de guerra requiere una autorización expresa del país anfitrión para el caso concreto. Para el despliegue de sus nuevos buques en posición preventiva Washington desearía acuerdos permanentes que obviaran esta autorización concreta.

Existe una resistencia generalizada a concluir esos acuerdos, que implicarían que el país o los países concretos afectados quedarían comprometidos con los intereses militares específicos de Washington en sus zonas de influencia.

Cuando la cuestión de las actividades fuera de la zona del Tratado del Atlántico Norte se ha planteado en el seno de la OTAN, los aliados se han mostrado dispuestos a suplir las tropas que EE UU tenga que desplazar del frente europeo por razones de emergencia. Pero hasta ahora ninguno de ellos ha cedido instalaciones para uso permanente de la FDR norteamericana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_