Tsukuba, un Disneylandia cibernético

Se concluyen en la actualidad las construcciones que alojarán la exposición de Tsukuba 85, organizada por el Gobierno japonés y que, bajo el lema de Tecnología para el hombre en su casa, mostrará, desde el 17 de marzo próximo, los últimos adelantos tecnológicos y científicos que se preparan para finales de este siglo. Siguiendo la tónica de la industria nipona de aplicar la última tecnología disponible a productos domésticos de mercadeo inmediato, la feria de Tsukuba ha sido diseñada como un gran parque de atracciones dedicado al gran público. Conceptos difíciles explicados de una manera simple, reza otro de los lemas.

En una extensión de 102 hectáreas situada en la prefectura de Ibaraki, unos 50 kilómetros al noreste de Tokio, el complejo de construcciones, por su forma y contenido, evoca un Disneylandia cibernético poblado por simpáticos robots que juguetean con los niños y representan obras de teatro; creaturas increíbles venidas de otros tiempos como el pájaro elefansecto, que "regresará del futuro expresamente para visitar la feria"; televisores del tamaño de un edificio y el árbol tomatero más grande del mundo, un engendro botánico que, según se espera, producirá 10.000 tomates a lo largo de la exposición.Aunque planeada como una feria internacional con la participación de más de 35 países, el 80% de la muestra será para las 28 corporaciones y grupos industriales japoneses que parecen estar de acuerdo en que la espectacularidad es el derrotero a seguir. La zona total de la exhibición estará presidida por el Jumbotron, un edificio televisor construido por la Sony Corporation, que presentará en su pantalla de 40 por 25 metros imágenes de alta definición claramente visibles aun a la luz del día. La editorial Shueisha construye una colosal montaña de arcilla modelada con efigies al tamaño tomadas de famosas ruinas egipcias, mayas y pre incas; el título de este pabellón será Reliquias del hombre, la canción de la vida. Technocosmos ofrecerá una noria de 85 metros de altura, a bordo de la cual se podrá apreciar el distante monte Fuji saboreando entremeses cósmicos. Otra casa editorial, la Kodansha, ha preparado un pabellón en dos bloques que representan los dos hemisferios cerebrales y que, naturalmente, ha sido llamado La casa cerebro, alojando en su interior juegos de inteligencia y una magnificada exploración de la evolución del cerebro humano. Teleféricos y monorraíles transportarán a los visitantes por toda el área de la muestra. Pero seguramente la sensación será el tren flotante desarrollado por la Japan Airlines, llamado Vehículo para Transporte de Superficie a Alta Velocidad (High Speed Surface Transport Vehicle, HSST); a una velocidad máxima de 307 kilómetros por hora, el HSST levita durante todo su recorrido sobre un campo magnético inducido eléctricamente e impulsado por un motor lineal convencional. El vehículo presentado en Tsukuba será de prueba y se desplazará a 30 kilómetros por hora en un trayecto de sólo 400 metros, suficientes, sin embargo, para demostrar que volando a un centímetro sobre una superficie magnetizada el ruido y las vibraciones que se producen en un tren convencional han sido totalmente eliminados.

La entrada a Tsukuba Expo 85 costará 2.700 yens, el doble de una entrada de cine en Tokio; pero a esto se le debe agregar una suma igual para el transporte desde la capital hasta el sitio de la exposición. Durante los seis meses de duración, Tsukuba Expo 85 espera atraer unos 20 millones de visitantes, advirtiendo que no habrá segunda oportunidad para los que no puedan asistir, pues una vez concluida la feria, el 16 de septiembre, la mayor parte de las obras será desmontada, y el terreno, devuelto al Gobierno prefectural de Ibaraki.

Copyright Robledo-Hara. Tokio, octubre de 1984.