Los presupuestos de 1985 y el pacto de legislatura, paralizados

La dimisión del Gobierno de Garaikoetxea tendrá como efecto inmediato la imposibilidad de que el Parlamento vasco apruebe en las próximas semanas los presupuestos, de la comunidad autónoma y en consecuencia la ralentización de la inversión pública. Según el reglamento de la Cámara la elección de un nuevo lendakari representa una cuestión prioritaria al debate sobre el decreto ley del Consejo Vasco de Finanzas, como organismo que fija las aportaciones de las diputaciones a los presupuestos de la comunidad.El cese del Gobierno vasco conlleva, por otra parte, la suspensión de las negociaciones con el PSE-PSOE para alcanzar un pacto de legislatura y, al menos a corto plazo, disuelve las expectativas de un acuerdo político entre los dos partidos mayoritarios de Euskadi. Si las negociaciones entre el PSE-PSOE y el Gobierno vasco hubieran finalizado en acuerdo, el proyecto de ley del Consejo Vasco de Finanzas podría haber pasado a comisión parlamentaria y haber sido aprobado en pleno antes de que finalice diciembre.

El nuevo Gobierno deberá reabrir procesos negociadores con cualquiera de los tres grupos que forman la oposición parlamentaria vasca para desbloquear el empate a 32 votos y asegurar la aprobación de iniciativas legislativas.

Tanto el PSE-PSOE como Euskadiko Ezkerra y la Coalición Popular han presentado enmiendas a la totalidad del proyecto de ley del Consejo Vasco de Finanzas que fija en 102.000 millones de pesetas las aportaciones de las diputaciones a los presupuestos generales. Mientras Euskadiko Ezkerra y el PSOE interpretan que el proyecto favorece a las diputaciones en detrimento del Gobierno, Coalición Popular considera que el texto no es suficientemente foralista.

El foralismo de Fraga

La mayor proximidad existente sobre la estructuración administrativa de la comunidad autónoma, entre el previsible nuevo Gobierno vasco y Coalición Popular refuerza aparentemente la posibilidad de un pacto, pero esta decisión supondría para el PNV un importante desgaste en estos momentos. Manuel Fraga se mostró el martes interesado en llegar a un acuerdo con el sector foralista del PNV, "partido, dijo, con el que coincidimos en muchos aspectos".

Un pacto con el PSE-PSOE podría facilitar el desbloqueo del proceso autonómico paralizado tras la llegada al Gobierno central de los socialistas, aportaría una mayor estabilidad institucional y mejoraría el clima de las relaciones políticas en Euskadi. La oferta socialista, que cuenta con el respaldo del presidente González, plantea a su vez el acatamiento expreso por parte del PNV al ordenamiento constitucional, el compromiso en la lucha contra la violencia de ETA y la introducción de correcciones en el proyecto del Consejo Vasco de Finanzas y de nuevos criterios en la aplicación de la ley de Territorios Históricos.

Euskadiko Ezkerra sitúa en 112.000 millones de pesetas la cifra mínima que corresponde aportar a las diputaciones y propone un pacto global para la resolución de los problemas de Euskadi.