Garaikoetxea cree que ha sido víctima de una operación de acoso

"No he dimitido, no he querido dimitir en ningún momento", declaró ayer Carlos Garaikoetxea en Vitoria, para precisar que la asamblea nacional de su partido le destituyó como presidente del Gobierno vasco al retirarle su confianza. Garaikoetxea apeló a los nacionalistas para que no abandonen la militancia. Ante la posibilidad de que se produzcan rupturas en el seno del partido, declaró: "Seré yo el que me ponga al frente para impedir cualquier escisión en el PNV". El lendakari manifestó su convicción de que ha sido víctima de una operación de acoso.

Carlos Garaikoetxea presentó ayer su dimisión formal como presidente del Gobierno vasco. Sin embargo, en una conferencia de prensa celebrada después de presentar el escrito, precisó que no ha dimitido, sino que se ha visto obligado a cesar al retirarle la confianza la asamblea nacional de su partido. Este órgano directivo del PNV había retirado en la madrugada de ayer la confianza a Garaikoetxea, una vez que éste afirmase que no acataría las directrices del vartido sobre el reparto de recursos públicos en la comunidad autónoma, que desautorizaban la posición mantenida por el Gobierno. El consejo nacional del partido (EBB) considera que las tesis mantenidas por Garaikoetxea vulneran el estatuto de autonomía del País Vasco. Portavoces de los tres partidos de la oposición vasca han indicado que sus grupos no presentarán m*ngún candidato, por lo que las previsiones se centran en el PNV. Entre los probables candidatos se cita a Xabier Arzallus, ex presidente del EBB.Garaikoetxea reconoció ante los medios informativos, que su cese significa "un episodio muy triste" de su vida. Sin embargo, apeló a los militantes nacionalistas a que no contribuyeran a romper las filas del PNV. "Sé que algunos están en desacuerdo con mi proceder, pero también me consta que son más, que son mayoría, los que están disgustados por las dificultades que se me han impuesto para que no pudiera mantener mis compromisos.Insistió Garaikoetxea en que nunca había tenido la intención real de presentar su dimisión. Pero, añadió que no le quedó otro remedio que poner su cargo a disposición del partido cuando la asamblea nacional le respondió que no podía continuar ejerciendo su mandato si no acataba las resoluciones adoptadas el pasado fin de semana.

Victoria por goleada

Interpelado acerca de la dudosa representatividad de algunos portavoces de la asamblea nacional en relación al sentimiento de la mayoría de las bases, Garaikoetxea -que insinuó la conveniencia de luchar desde dentro del partido para cambiar, entre otras cosas, los estatutos internos- respondió que ante el planteamiento de una dicotomía entre las tesis defendidas por el Gobierno o por las diputaciones "la victoria del Gobierno ha sido por goleada".

La representación y defensa de los intereses generales del país corresponde al Gobierno vasco y el deber de cada institución es ocuparse en gastar en aquello que es de su competencia, son las dos ideas que resumen las exigencias básicas presentadas por el lendakari en la interpretación de la ley de Territorios Históricos en la asamblea de Zarauz y que, en su opinión, no han sido respetadas por la dirección del PNV.

"Cuando se ha dicho que las diputaciones pueden actuar en las competencias del Gobierno, y viceversa, cosa que nunca le ha interesado al Gobierno, se ha dado un mentís, se han desautorizado los compromisos", agregó.

Desmintió rotundamente que detrás de la crisis se oculte un intento, por su parte, de controlar el aparato del partido. En este sentido recordó que mientras fue presidente del Consejo General Vasco, del Consejo Nacional del PNV y lendakari en las dos legislaturas, procuró dedicarse "a defender el autogobierno de este país, a reorganizar el partido, jamás a controlar su aparato".

Garaikoetxea dijo que si hubiera querido: "No habría tenido más que hacer una pequeña cabriola, olvidándome de mis principios y mis compromisos públicos, para continuar en mi cargo". "Lo reitero una vez más que esto es falso", puntualizó "y no voy a decir aquello de malo es quien mal piensa".

Garaikoetxea señaló que no se siente "en absoluto responsable de la división que aqueja al Partido Nacionalista Vasco". Tras el abandono de su cargo como presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, que es un militante del partido en Navarra y está censado en la localidad guipuzcoana de Zarauz, vivirá entre "mis dos pueblos de mis amores".

Impulsar pactos

Confirmó que, amén de trabajar intensamente dentro del partido permanecerá en el Grupo Parlamentario, a fin de contribuir a desbloquear, acaso con el impulso de posibles pactos de legislatura, la delicada situación en la que se encuentra el grupo nacionalista en la Cámara vasca, al contar con los mismos escaños (32) que la oposición. Tras desear que su sustituto tenga todos los apoyos necesarios, Carlos Garaikoetxea se permitió dar un consejo al próximo inquilino de Ajuria Enea: "que tenga buenas relaciones con la dirección del partido".