La carta del presidente vasco a la asamblea del PNV
El texto íntegro del documento de cinco puntos presentado en la noche del martes por Carlos Garaikoetxea a la Asamblea Nacional del PNV, reunida en Artea (Vizcaya), es el siguiente:"Después de estudiaren la reunión del Gobierno vasco la resolución adoptada en la asamblea nacional del PNV, a propuesta del EBB, me considero en el deber de manifestar a esta asamblea, con el respaldo unánime de todos los miembros de mi Gobierno, lo siguiente:
1. Considero que la propuesta del EBB, refrendada por la asamblea nacional, constituye una desautorización total de la postura sostenida por el Gobierno vasco en coherencia con los compromisos públicos contraídos por el Gobierno y por el propio partido en el Parlamento vasco, y con el propio acuerdo asumido en la asamblea de Zarauz de enero de 1984, para servir de pauta de actuación de las instituciones en la presente legislatura.
2. Aun respetando la capacidad de la asamblea para cambiar sus propios acuerdos, debo manifestar, con idéntico respeto a esta asamblea, que dicha resolución resulta contraria a los pronunciamientos explícitos habidos en las asambleas de base del partido cuando éstas, tal y como se previó en la asamblea de primeros de diciembre, pudieron optar por la postura del Gobierno o de las diputaciones.
Lo que dio en llamarse tercera vía, diversidad de propuestas agrupadas como una tercera opción, se ha traducido en una resolución que en vez de respetar la posición del Gobierno se aleja de ellas, si cabe, más que las propias de las diputaciones.
3. Si este lendakari considera importante respetar los compromisos públicos arriba mencionados, más importante aún considera evitar las consecuencias que, a su entender, derivarían de la citada resolución, que:
a) Consagra la capacidad de unas instituciones para actuar sistemáticamente en las competencias de las demás, dificultando la gobernabilidad del país y la eficacia y rentabilidad de la acción institucional, al contrario de lo que pretende la propuesta del EBB.
La confirmación de la capacidad de actuación de unas instituciones en competencias exclusivas de las demás, aun señalando la obligación de cumplir con normas y directrices emanadas con carácter general de la institución competente, es una fuente diaria de conflictos, porque tal institución no tiene capacidad de resolver previamente la oportunidad de tales actuaciones, y la apreciación de tal oportunidad (necesidad de la actuación, dotaciones presupuestarias, contrastación del cumplimiento de las normas establecidas) queda en el aire y, consiguientemente, a merced de cualquier iniciativa de quien no es titular de la competencia, según la ley de Territorios Históricos.
Intromisión
b) Estimula inevitablemente la tendencia a la intromisión y gasto de unas instituciones en las competencias de otras (de las diputaciones en las del Gobierno, o viceversa), lo cual es fuente de disfuncionalidad y conflictividad progresiva, especialmente si se tiene en cuenta que en el futuro, cuando haya que negociar la distribución de recursos del país en el Consejo Vasco de Finanzas, la dificultad de tal negociación se verá agravada por la lógica reserva de recursos que cada institución se sentirá inclinada a mantener para tales actuaciones en competencias ajenas.
c) La resolución purga, en definitiva, el señalamiento de competencias exclusivas de la LTH.
d) Consecuentemente, imposibilita de hecho el establecimiento de una auténtica dirección política del país y se siembra un fermento disgregador en este difícil proceso inicial de construcción nacional vasca.
En este proceso de construcción nacional debe primar ante todo la voluntad presente de los vascos, y pongamos también el título histórico de nuestro poder foral. Pero debemos actualizarlo y organizarlo de acuerdo con los requerimientos de momento presente, sin olvidar jamás que la voluntad mayoritaria de los vascos, expresada democráticamente, constituye nuestro primer y principal título para reivindicar nuestros derechos nacionales y organizarnos políticamente, con respeto al pasado pero mirando sobre todo a las necesidades del presente y del futuro.
Vertiente institucional
4. Consiguientemente, este lendakari y su Gobierno lamentan no poder asumir la responsabilidad de dirigir su acción institucional sobre aquellas bases y consideran su deber en estos momentos reiterar la propuesta del Gobierno subrayando el compromiso de presentar una ley vasca que regule el problema desde una vertiente institucional con el respeto que merecen las restantes representaciones políticas de este país en su Parlamento.
5. Con todo el respeto que merece esta asamblea, en el supuesto de que no pueda ser aceptado este planteamiento, pongo mi cargo a vuestra disposición agradeciendo al PNY el mayor honor que, a mi entender, puede recibir un vasco: haberme permitido servir a mi pueblo como lendakari".
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