Polémica entre instituciones por la remodelación del casco antiguo de Pamplona

El rechazo del Ayuntamiento de Pamplona a un convenio de cooperación propuesto por el Gobierno de Navarra a este municipio para la redacción de un plan especial de protección del casco antiguo de Pamplona supone un nuevo enfrentamiento entre ambas instituciones, cuyas relaciones en los últimos meses son problemáticas. El Ayuntamiento se opuso al acuerdo presentado por el Ejecutivo -al frente del cual está el socialista Gabriel Urralburu- por entender que, tal y como había sido redactado, atentaba contra la autonomía municipal.El convenio elaborado por el departamento de Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra preveía la elaboración de un plan especial de protección y reforma interior del casco viejo de Pamplona con objeto de dotar a esta área de la ciudad de un régimen de planeamiento específico para su recuperación y conservación. En el texto del acuerdo se hacía referencia a que el objeto primordial a considerar sería la rehabilitación integral de la zona, para lo que se adoptarían medidas de cara a frenar su actual deterioro, a salvaguardar el patrimonio cultural de la misma y a evitar el desarraigo de las comunidades residentes en ella. Pero además se establecía en las cláusulas de este convenio que el equipo redactor de este plan especial sería contratado por el Ejecutivo autónomo, organismo que también se atribuía la facultad de aprobarlo en el caso de que el Ayuntamiento no lo hiciese en un determinado plazo de tiempo.

Este convenio es, a juicio del portavoz de Unión del Pueblo Navarro en el Ayuntamiento de Pamplona, Juan Cruz Alli, impresentable, en tanto que Marisol Elizari, del PSOE, lo califica de agresivo contra la autonomía municipal y subraya que es inaceptable para el Ayuntamiento, porque éste pierde la capacidad de definir el planeamiento urbanístico de la ciudad.

Constantes enfrentamientos

Este rechazo por parte del Ayuntamiento, que preside el también socialista Julián Balduz, supone un nuevo enfrentamiento con el Gobierno de Navarra. Estos dos organismos se enfrentaron fuertemente a raíz de la paralización por el Ejecutivo autónomo de las obras de una gasolinera en la ciudad. Cuando todavía no se habían apagado los ecos de este choque entre las dos administraciones, el nuevo enfrentamiento deteriora aún más las problemáticas relaciones existentes entre el Municipio y el Gobierno de esta comunidad, sin que se vislumbre, al menos a corto plazo, una mejoría en las mismas, dadas las posiciones encontradas.