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Desaparece la Asociación de Amigos de las Bibliotecas por falta de apoyo oficial

La asamblea general de socios de la Asociación de Amigos de las Bibliotecas ha decidido disolver esta entidad el próximo 31 de diciembre debido a la falta de medios económicos para seguir desarrollando sus fúnciones y al total olvido que sufre por parte del Ministerio de Cultura, según manifestaron los socios durante la reunión celebrada el pasado lunes. Sin embargo, el director general del Libro y Bibliotecas, Jaime Salinas, asegura que el ministerio no puede subvencionar esta asociación porque sus fianciones son realizadas en las bibliotecas públicas.

El mayor problema quearrastra la asociación es de carácter económico. Esta entidad necesitaría tres millones de pesetas para poder seguir funcionando, según asegura Francisco Javier Bernal, presidente de la asociación, que añade que la mayor parte de esta cantidad serviría para pagar deudas contraídas con la propia Administración.La disolución de la asociación había sido anunciada para el mismo día de la asamblea, el pasado lunes día 17, pero los socios han decidido prolongar por unos días el plazo, con la esperanza de que el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento de Madrid se animen a colaborar con la asociación, tal como ha venido ocurriendo hasta 1981.

1.018 socios

El cierre de esta entidad supone la clausura de una biblioteca de 8.000 volúmenes, de un centro de documentación, de una revista que se distribuye entre los 1.018 socios del centro y de un centro de orientación a escuelas y asociaciones culturales.Por otra parte, se pone fin a labores tales como el servicio de préstamo de libros por correo, cuyos principales beneficiarios han sido personas enfermas o habitantes de medios rurales a los que difícilmente llega un libro.

Francisco Javier Bernal resume que la labor de la asociación ha sido tan callada como importante. "Nos hemos ocupado del rescate de libros y de su-distribución a centros en los que la carencia es total. Ha sido un duro trabajo, poco brillante de cara a la galería, pero de una gran importancia".

Ni Bernal ni ninguno de los socios se explican los motivos por los que ahora se les condena a abandonar esta labor. "Nuestro trabajo ha estado permanentemente enfocado a la ayuda del sector público. Nos hemos preocupado de que esos centros, que son de todos, tuvieran el mejor funcionamiento posible, pero últimamente parece que no se ha entendido cuál es la orientación de nuestra labor".

Jaime Salinas, director general del Libro y Bibliotecas, declaró ayer que se ha entrevistado en - diferentes ocasiones con los responsables de la asociación y que la petición de éstos ha consistido en solicitar una subvención de dos millones de pesetas "para amortizar una deuda creada por la mala gestión de la junta directiva. Yo les he respondido que esta dirección general no puede dar esas subvenciones. Mi propuesta siempre ha consistido en sugerir que se constituyan en una Asociación de Amigos de las Bibliotecas, porque algunas de las labores que realizan ya se desarrollan desde esta dirección general".

Según Salinas, el sistema de préstamos de libros puede ser perfectamente realizado por las bibliotecas públicas, así como los cursos de bibliografia que se efectúan en la asociación. "Yo les he propuesto que hagan una labor.de concienciación y de apoyo a la difusión de la lectura, pero nosotros no estamos aquí para dar subvenciones", concluyó Salinas.

Interés público

La Asociación de Amigos de las Bibliotecas nació hace 10 años y se costea con las cuotas de 1.200 pesetas anuales qué aportan sus socios. El máximo período de actividad de la Asociación se desarrolló entre 1978 y 1980 realizando cursos, seminarios, investigación y donaciones a bibliotecas además de los préstamos por correo.Además de un centro de servicios ciudadanos, la asociación ha pretendido ser un lugar de encuentro de los profesionales de las bibliotecas a fin de conseguir una mejor formación de todos estos profesionales.

Durante la última etapa, la asociación tuvo que afrontar determinados problemas provocados dentro de la junta directiva. Sin embargo, según el presidente de la entidad, ésta se encuentra practicamente paralizada desde hace seis meses debido a problemas económicos.

Los planes de expansión previstos han tenido que ser congelados. Francisco Javier Bernal cuenta que dentro de estos planes se contemplaba el proyecto de crear una asociación semejante en cada una de las comunidades autónomas. "Todo lo que hacemos obedece a nuestro interés por el libro y por la difusión de la lectura. No comprendo el olvido. Tenemos una pequeña esperanza de que al final podamos conseguir el dinero, sino es así, tendremos que cerrar las puertas".

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