Castro aprecia síntomas de distensión en Centroamérica
Fidel Castro aseguró, en un discurso pronunciado el pasado sábado, que su país está dispuesto a contribuir a la distensión internacional en Centroamérica y en otras áreas y calificó como un "síntoma positivo" las negociaciones en curso entre Cuba y Estados Unidos sobre problemas de inmigración.
En un discurso de cerca de tres horas pronunciado ante varios centenares de estudiantes, Castro dijo que los actuales contactos con la Administración norteamericana demuestran que los problemas se pueden resolver por medio del diálogo, nunca por medio de la fuerza. Añadió que sólo se discute la cuestión del tráfico migratorio y que, para llegar a conclusiones, "será necesario que nosotros cedamos un poco y que ellos cedan un poco".En un tono notablemente moderado, Castro aludió de forma reiterada a los signos de distensión que se aprecian en el contexto internacional, y situó en este marco, tanto las negociaciones Washington-La Habana, como la próxima reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, y norteamericano, George Shultz, prevista para el 7 y el 8 de enero en Ginebra.
El presidente cubano dijo que "el mundo está a la espera de conocer la inclinación fundamental de la segunda Administración del presidente Ronald Reagan". Castro insistió una y otra vez en que la opinión pública norteamericana no quiere una guerra, ni generalizada ni local, "y comprende que una aventura en Centroamérica no sería un paseo, como en Granada. Costaría muchas vidas, tendría un enorme coste político y humano", sería "un genocidio" y, en el caso de Cuba, "de consecuencias imprevisibles".
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