El receptor del corazón artificial abandona la unidad de cuidados intensivos
William Schroeder, el segundo receptor de un corazón artificial, fue autorizado ayer a abandonar la unidad de cuidados intensivos del hospital Humana Audubon de Louisville (Kentucky) y pasar a una habitación normal. Schroeder, que sufrió la operación hace 13 días, inició el pasado jueves una serie de ejercicios para fortalecerse, entre ellos un breve paseo, de unos 12 pasos, de la cama a la ventana, para ver un paisaje de bosques nevados.
Para compensar el incremento de actividad, se aumentó, de 70 a 75, el número de pulsaciones del nuevo corazón de plástico y aluminio de Schroeder. La función cardiaca del paciente, en términos de cantidad de sangre bombeada por el corazón, ascendió a 5,5 litros por minuto, casi el doble que antes de la operación. A Schroeder le han sido retirados todos los tubos y cables de alimentación intravenosa y registro de sus funciones vitales y solo le quedan los dos tubos que le unen al gran compresor, de más de 150 kilogramos de peso, que habitualmente mantiene en funcionamiento el corazón.
El doctor Allan Lansing, portavoz del equipo del corazón artificial del Humana Heart Institute Internacional, ha señalado que comprende pero no comparte algunas de las críticas vertidas contra el programa por dos dirigentes de la Asociación Médica Americana (AMA).
El presidente de AMA ha criticado duramente la publicidad que ha acompañado tanto esta operación como la de trasplante de un corazón de mandril a la niña Baby Fae.
