El proyecto de ley del Patrimonio Histórico es restrictivo, según Adelpha

El proyecto de ley del Patrimonio Histórico Español es "apenas novedoso" e incluso restrictivo con respecto a la vigente ley del Tesoro Artístico Nacional, que data de 1933, según un informe de la Asociación de Defensa Ecológica y del Patrimonio Histórico-Artístico (Adelpha).La asociación considera que el proyecto no supone un "logro histórico", como dijo el ministro de Cultura, Javier Solana, en su presentación en conferencia de prensa el 22 de febrero, ni puede hablarse de un texto consensuado, pues en los últimos borradores no participaron las autonomías.

Aunque suprime la obligatoriedad de que haya transcurrido un siglo para que se pueda declarar monumento histórico, no se amplía, a juicio de Adelpha, el concepto de patrimonio histórico. El proyecto responde a unos criterios "proteccionistas academicistas y arcaicos", pues si por un lado permite en teoría que sea declarado monumento histórico todo lo que existe "bajo el sol", por el otro exige que, para alcanzar una verdadera protección, un bien ha de ser declarado como tal de forma expresa.

Según Adelpha, aunque el proyecto es muy detallista al establecer una serie de estímulos fiscales concretos, "para nada aparecen similares medidas en el ámbito educativo o técnico".

La asociación estima que una nueva ley del Patrimonio Histórico es "puro papel mojado" si no va acompañada de otras medidas que el actual Gobierno "no parece capaz de afrontar, como la tan largamente esperada ley de Arrendamientos Urbanos", además de otras leyes que aseguren el destino "totalmente preferente" de créditos para vivienda a la rehabilitación de edificios de carácter histórico.

Ampulosidad

"Hiere nuestra sensibilidad y pudor la ampulosidad y catetismo con que se pretende presentar cada contenido del proyecto como una innovación extraordinaria", dice la organización Adelpha, de defensa del patrimonio; "en cada línea aparece un genial descubrimiento del Mediterráneo", y niega que exista mucho que se pueda considerar como aportación.Adelpha reconoce en su escrito, sin embargo, como novedades la obligación de reservar el 1% del dinero aportado por el Estado a obras públicas de envergadura con destino al enriquecimiento y protección del patrimonio histórico y artístico: la nueva posibilidad de pagar impuestos (sucesiones, patrimonio y renta) con la aportación de bienes integrantes del patrimonio histórico español, y la exclusión del impuesto de lujo de las adquisiciones de obras de autores vivos.