_
_
_
_
Entrevista:EUROPA Y LA POLÍTICA DE BLOQUES

Ken Coates: "El pacifismo crea una nueva cultura"

, Ken Coates, presidente de la organización Bertrand Russell, coordinador de la campaña para el Desarme Nuclear Europeo (END) y miembro destacado del Partido Laborista británico, es un viejo luchador político. Coates es la cabeza conciliadora del pacifismo europeo, un hombre de mirada de ardilla y dialéctica persuasiva, que aúna las diferencias ideológicas en la tarea de lograr zonas desnuclearizadas en Europa y encauzar la protesta contra la instalación de los euromisiles. "El pacifismo crea un nuevo tipo de cultura", afirma Coates.

El coordinador del END, que acaba de visitar Madrid, cree que "el referéndum sobre la OTAN que se celebrará en España es un importante paso y logro democrático que tendrá repercusiones en Europa y que puede representar un precedente a seguir por otros países miembros de la Alianza Atlántica".Pregunta. Usted ha formulado críticas sobre la teoría de la disuasión nuclear, pero ciertos sectores siguen considerándola como la menos mala, e incluso la que sigue evitando la guerra. ¿Por qué piensa que ya no es eficaz? ,

Respuesta. La disuasión es un modelo diseñado para un mundo bipolarizado, pero la bipolaridad del mundo está desapareciendo. Si todos los pueblos van a gonvertírse en potencias nucleares para. ser independientes, el mundo no va a durar mucho... Cuando el nuevo presidente del Partido Laborista fue a visitar a Reagan, éste le dio una charla acerca de la necesidad de la disuasión; al terminar el discurso, el presidente del Partido Laborista dijo: "¿Se da usted cuenta, señor presidente, que nos ha dado la justificación perfecta para la bomba de Gaddafi?". El mundo tiene que renunciar a las bombas nucleares si no quiere que se generalicen. Y si se generalizan, no hay ningún modelo de disuasión, porque ésta depende de que cada uno sea capaz de hacer cálculos racionales, y eso resulta imposible cuando hay demasiados participantes en el juego.

La situación actual es volátil y peligrosa, basada en un modelo congelado, en una doctrina de hace 20 años. Por eso Willy Brandt fue a Estados Unidos a pedir a los norteamericanos que si insistían en colocar estos mis¡les de acción rápida en la República Federal de Alemania (RFA), entonces, "por el amor de Dios, vendan los ordenadores a los soviéticos, no sea que tomen la decisión falsa".

P. En España, los partidarios de la plena integración en la OTAN siguen utilizando este argumento: como España no dispone de fuerza de disuasión propia, la opción de la Alianza Atlántica, dicen, es irremediable.

R. Nunca se obtiene nada a cambio de nada. Si se compra ese modelo de defensa, se paga el precio de la independencia. El problema fundamental, también para los británicos, es este: ¿quién va a atacarnos? Yo no percibo amenazas, salvo quizá entre nuestros dos países, porque España tiene razón y el Reino Unido no la tiene en el problema de Gibraltar; pero no vamos a solucionarlo con una guerra, y mucho menos con una guerra nuclear. Es un error fundamental elaborar primero una política de defensa e intentar establecer una política de paz a partir de estos parámetros; el primer punto del orden del día ha de ser política de paz, y el segundo, defensa. Siendo realistas, todo colectivo requiere cierto tipo de política de defensa, pero los suizos, suecos y yugoslavos han hecho compatible la suya con su neutralidad.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Qué es lo que la END puede razonablemente conseguir en el tema de los euromisiles?

R. No creo que el argumento de los euromisiles esté perdido. Se rechazan ya en Holanda y Bélgica y no se aceptan en la RFA, Italia y el Reino Unido. En mi país, el partido de la oposición ha decidido unánimemente devolverlos; así que no se trata de una decisión irreversible.

P. Pero está por ver si mantendría su promesa si gana las elecciones...

R. Es difícil que el Partido Laborista pueda ganar las elecciones, pero sería mucho más difícil que las ganase y que conservase los cohetes, porque sólo ganará en un contexto electoral en el que quede claro que los enviarán a casa, hecho que demuestra hasta qué punto el problema de los misiles ha dividido a nuestra socie dad. Es cierto que hoy las reformas son imposibles debido a una combinación de presiones internacionales, financieras, bancarias y militares. Tenemos compañías multinacionales más poderosas que los Gobiernos; así que la gente que quiere cambios tiene que aprender el internacionalismo de una manera práctica: rojos, verdes y cristianos tenemos que trabajar juntos.

P. A sujuicio, ¿cuál va a serla evolución de los dos bloques en los próximos años? ¿Qué le aguarda a Europa?

R. La unidad de los dos bloques se está cuestionando. Hay diferencias de intereses muy profundas entre los Estados más pequeños y las superpotencias principales. En el Este es algo muy visible, y puede verlo en el comportamiento de la República Democrática Alemana; puede verlo en la actitud de los rumanos, que aseguran que volverán a actuar dentro del Pacto de Varsovia cuando se vuelva a negociar, pero que todavía mantienen una política exterior de no alineamiento. Y dejando aparte la crisis social de Polonia, Hungría está desarrollando iniciativas interesantes en este campo. Algo que también sucede en Occidente. Los norteamericanos mantienen su presupuesto militar con financiación deficitaria, lo que significa que tienen tasas de interés artíficiales, algo qué socava la recuperación europea.

Ha habido muchos conflictos espectaculares, sobre todo en la cuestión del gasoducto soviético; hay también' diferencias en relación con la política de Centroamérica, donde especialmente los alemanes occidentales mantienen planteamientos opuestos a los de Reagan en el tema de Nicaragua. Hay que preguntarse si la nueva guerra fría no la han inventado los norteamericanos intencionadamente para controlar a sus aliados... Los esquemas económicos se han roto y hay una competencia feroz entre todos los centros del capital. Al final de la década, Japón tendrá más inversiones en el extranjero que Estados Unidos. Es inimaginable que el mundo siga siendo el mismo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_