La Conferencia Episcopal define las condiciones para las escuelas católicas

"Se entiende por escuela católica aquella que dirige la autoridad eclesiástica competente o una persona jurídica eclesiástica pública o que la autoridad eclesiástica reconoce como tal mediante documento escrito". Esta es la definición que ha hecho de lo que debe ser un centro confesional a efectos administrativos la Conferencia Episcopal Española, que terminó ayer su 41ª asamblea plenaria. Los obispos calificaron de positivas las conversaciones que una comisión del episcopado está manteniendo con el Ministerio de Educación sobre determinados aspectos de la aplicación de la ley orgánica del Derecho a la Educación (LODE).

El presidente de la Comisión Episcopal de Educación y Catequesis, Elías Yanes, señaló que el documento votado por los obispos, en el que quedan reflejadas las condiciones de los centros católicos, no es un documento orientativo o doctrinal sino puramente a efectos administrativos: es decir, los que se derivan de la aplicación del Código de Derecho Canónico y del Concordato. De cualquier manera, la definición de centro escolar católico es una condición básica para asignar subvenciones estatales o aplicar reglamentaciones especiales en la enseñanza.El debate educativo español derivado de la polémica en torno a la LODE ocupó buena parte de la asamblea plenaria, pero, de acuerdo con las explicaciones del portavoz, Antonio Montero -presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social-, no ha provocado ningún pronunciamiento episcopal. "La Conferencia Episcopal no ha tomado posiciones al respecto. Ha recibido informaciones directas del comité negociador con el ministerio en tomo a la aplicación de algunos aspectos de la LODE y se ha dado por satisfecha de estas conversaciones". Según Antonio Montero, la Conferencia Episcopal Española no ha hecho ninguna evaluación sobre la reciente y masiva manifestación contra la política educativa del Gobierno patrocinada por asociaciones educativas confesionales.

El resto del trabajo de los obispos se ha concentrado en la aprobación de los presupuestos de la Iglesia para 1985 y en el análisis del borrador de varios documentos pastorales, entre los que destaca el titulado Constructores de la paz, porque en él se analiza el terrorismo en España y en el mundo, algunos aspectos de la integración o no en la OTAN, la carrera armamentística y el pacifismo.

La única exhortación pastoral formal que ha salido de esta asamblea plenaria se refiere a la postura de ayuda y solidaridad que deben tener los cristianos españoles para con las zonas africanas devastadas por la sequía y el hambre, especialmente Etiopía. Los obispos hacen extensivo este llamamiento a todos los españoles y a las autoridades del Estado.

Durante la asamblea los obispos tomaron diversas decisiones para la aplicación de determinados cánones del derecho canónico. Por su parte, las coniísiónes episcopales informaron de materias de sus respectivas competencias. También se presentó un informe sobre el programa de la Conferencia Episcopal en tomo a los actos para la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América.