La guerra del Golfo no puede provocar ya una crisis petrolera grave, estima la UEO

La guerra del golfo Pérsico no podrá ya provocar una crisis petrolera grave en Occidente, según un informe de la Asamblea de la Unión Europea Occidental (UEO), que añade que, cuanto más dure la guerra, menos probable será la crisis, "dadas las economías de energía y el excedente de la producción mundial".

Este documento sobre el conflicto Irán-Irak se ha hecho público con ocasión de la reunión semestral de la Asamblea de la Unión Europea Occidental, que agrupa a parlamentarios de los siete países miembros (Francia, Reino Unido, Italia, República Federal de Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo).El informe indica que entre el 1 de febrero y el 10 de octubre de 1984 fueron destruidos o dañados 49 petroleros en el golfo Pérsico como consecuencia de bombardeos iraníes o iraquíes.

De acuerdo con el documento de la UEO, Irán dispone de importantes reservas en divisas, del orden de los 20.000 millones de dólares (más de tres billones de pesetas). No obstante, "su límite de crédito exterior se ha reducido y no le permite comprar las armas que necesitaría para invertir la situación a su favor". En cambio, Irak, cuyas reservas se elevan a 7.000 millones de dólares, será capaz, "a partir de finales de 1984, de proseguir la guerra sin incrementar considerablemente su deuda exterior, que hoy es exagerada".

Según el informe, los países que proveen de armas a Irán son el Reino Unido, Italia, la RFA, España e Israel. También China, Yugoslavia y las dos Coreas facilitan al régimen de Teherán "ciertos materiales", prosigue el informe, que indica que, salvo las excepciones de Siria y Libia, "Irán no parece tener verdaderos aliados".

"El único país de Oriente Próximo que ofrece a Irán una ayuda seria es Israel, país que, a pesar de las violentas declaraciones antiisraelíes del imam Jomeini, adquiere una parte importante del petróleo iraní y vende al régimen de Teherán misiles, municiones y piezas de artillería de procedencia norteamericana, en virtud de un contrato de 5,8 millones de dólares (cerca de 1.000 millones de pesetas) que se firmó el 24 de julio de 1981".

En cuanto a Irak, los principales proveedores de armas citados son Francia y la URSS. "La URSS concede desde 1983 una ayuda masiva a Irak. Las fuerzas iraquíes parecen disponer de una importante reserva de misiles, principalmente SS-21 soviéticos, que no han sido empleados jamás", indica el informe, que añade que el número de consejeros de la URSS destacados en Irak ha aumentado de 1.500 a 2.000".