Boyer aduce causas de complejidad para el retraso en reformar la fiscalidad de los matrimonios

El 13% de las familias españolas en las que trabajan ambos cónyuges -concretamente, 831.000 de ellas- continuará discriminado negativamente a efectos fiscales en 1985 con respecto a las parejas sin vínculo matrimonial, según reconoció ayer el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, ante el pleno del Congreso, que debate el proyecto de ley de Presupuestos del Estado. Boyer justificó el reiterado incumplimiento del Gobierno en sus compromisos de enviar a las Cortes una nueva ley sobre la tributación de la familia en la complejidad que presenta este tema.El ministro hizo estas afirmaciones al contestar al diputado del Grupo Popular, José Luis Álvarez, que había afirmado: "Todo el mundo, empezando por el Gobierno, reconoce que es injusto el sistema de tributación impuesto a la familia. El año pasado, el ministro admitió una enmienda de mi grupo en la que se obligaba el Gobierno a presentar un proyecto de ley modificando ese régimen fiscal, y el Ejecutivo, a pesar de la manifestación del ministro, no ha cumplido ese compromiso. Ahora dice que es imposible hacer antes de fin de año la reforma y por eso mantiene la injusticia hasta 1986".

Boyer habló de la complejidad y de los riesgos de cambiar la fiscalidad de la familia, ya que una parte de la progresividad del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se basa en la acumulación de las rentas de los cónyuges. Su neutralización, dijo, supondría minorar en 25.000 millones la recaudación y reducir la progresividad del impuesto. El actual sistema de tributación familiar, indicó, perjudica sólo al 13,2% (831.000 familias) de los matrimonios en que trabajan los dos cónyuges y beneficia a un 4,5% de los mismos.

El ministro, sin aceptar nuevos compromisos de fechas, dijo que el Gobierno piensa que la solución a este problema pasa por la declaración por separado de las rentas del trabajo de los cónyuges, y la acumulación de las rentas de capital a la declaración de mayor cuantía dentro de las del matrimonio.

José Luis Álvarez, en intervención de réplica, dijo que "si los españoles van a pagar injustamente más por estar casados, es porque el Gobierno socialista lo quiere así". Boyer, a continuación, le recordó al diputado que el actual sistema tributario se aprobó por gobiernos de UCD "en los que estaban los amigos de su señoría y en los que ha estado usted mismo". El ministro se opuso también a una enmienda del Grupo Popular que pretendía emplazar al Gobierno para que en un plazo de seis meses cambiara la actual ley del IRPF por otra que gravara exclusivamente la renta consumida y no el ahorro.

El pleno del Congreso rechazó asimismo, en virtud de la mayoría socialista, enmiendas de Minoría Catalana, grupo Centrista y diputados comunistas. Estos últimos pretendían introducir nuevos elementos de progresividad en el impuesto, incidiendo especialmente sobre los topes conjuntos de renta y patrimonio en los contribuyentes de mayor poder económico.

El actual sistema, declaró el diputado comunista Fernando Pérez Royo, ha permitido en los últimos años a un conocido caballero jerezano, residente ahora en Frankfurt (referencia al ex presidente de Rumasa), ahorrarse 100 millones al año.

Con anterioridad a los temas fiscales el pleno aprobó los artículos correspondientes a avales y deuda pública. El grupo socialista admitió únicamente y mediante enmienda de transación una propuesta del Grupo Popular para reducir de 60.000 a 55.000 millones de pesetas los avales para la financiación exterior de las autopistas de peaje.