Críticas comunitarias ante la supresión de la importación de tubos de acero en EE UU

Una nueva batalla ha comenzado en la guerra comercial entre Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea (CEE). De "situación desgraciada", "signo preocupante de la política norteamericana" y "acto de proteccionismo discriminatorio hacia Europa" calificó ayer Etienne Davignon, vicepresidente de la Comisión Europea encargado de las cuestiones siderúrgicas, la "decisión unilateral" de Washington de cortar las importaciones de tubos de acero provenientes de la CEE.La Comunidad Europea acudirá ahora ante el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT) para intentar lograr compensaciones, como ocurrió ya en el pasado con las limitaciones impuestas por EE UU a la importación de aceros especiales.

La CEE, que en 1982 aceptó un acuerdo de autolimitación de sus exportaciones de acero a EE UU, nunca aceptó limitarlas para los tubos, ya que en este terreno no había ninguna queja oficial norteamericana y la Comisión de Comercio Internacional norteamericana (ITC) reconoció que no había perjuicios a la industria norteamericana. No obstante, en un intercambio de cartas -que ayer Bruselas denunció- entre la Comisión y el Departamento de Comercio de EE UU, la CEE aceptó limitar para 1983 y 1984 sus exportaciones de tubos a un 5,9% del mercado norteamericano.

En 1983, la CEE copó un 8,3% de este mercado (un punto del mercado equivalente a 80.000 toneladas). En 1984 se había llegado a un 14,6%. William Brock, secretario de Comercio norteamericano, pidió a la CEE que se autolimitara. Brock y Davignon llegaron a un acuerdo para que la CEE limitara sus exportaciones de tubos a un 7,6% del mercado norteamericano en 1985 y 1986, es decir, la mitad que el año anterior. El pasado jueves, los diez confirmaron el acuerdo. Pero Brock no supo vendérselo a la industria norteamericana. EE UU decidió limitar estas importaciones a un 5,9% de su mercado a partir de esta madrugada, con lo que de hecho, ya que está superado este cupo, cierra sus fronteras a los tubos comunitarios.

Los 10 ministros de Asuntos Exteriores de la CEE se mostraron ayer "preocupados y desilusionados por el gesto sin precedentes y unilateral" de EE UU.