Ochoa y Rodríguez Orejuela, relacionados con el asesinato de un ministro
Jorge Luis Ochoa y Gilberto Rodríguez Orejuela son, respectivamente, un ganadero y un industrial colombianos de notable influencia económica en su país, que abandonaron a raíz del asesinato, el pasado abril, de Rodrigo Lara Bonilla, ministro de Justicia de Colombia. Uno de los autores del asesinato del político, que se había empeñado en una lucha frontal contra los llamados narcotraficantes, implicó en el crimen a algunos de estos individuos. Los nombres de Carlos Lehder, Pablo Escobar, Rodríguez Orejuela y el clan de los Ochoa, Joge Luis y su padre Fabio Ochoa Restrepo, fueron mencionados por la Prensa colombiana.
Escobar y Ochoa desaparecieron al comenzar la caza de mafiosos desencadenada por el presidente Belisario Betancur. Ambos son propietarios, entre otras muchas cosas, de lo que la Prensa colombiana ha llamado los narcozoológicos, dos impresionantes parques naturales llamados Nápoles y Veracruz, donde circulan en libertad cientos de animales de todo el mundo.
Tras el asesinato del ministro Lara Bonilla, unos 30 hombres de la policía penetraron en la finca Veracruz de los Ochoa, donde encontraron armas, municiones y "un equipo de comunicaciones muy sofisticado", según Semana, de Bogotá. Ochoa abandonó su país tras el registro, al igual que Rodríguez Orejuela y Pablo Escobar. Los dos primeros han sido localizados en España, pero el paradero de Escobar es desconocido, aunque la CIA afirma que está en Nicaragua, extremo que niegan los sandinistas.
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