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La comisión propone verbalmente un desarme arancelario de siete años en ocho tramos iguales

Andrés Ortega

La presión española no ceja con vistas a las próximas grandes citas de la Comunidad Económica Europea. Manuel Marín, secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, se entrevistará hoy en Bruselas con los representantes permanentes en la Comunidad de al menos cuatro países miembros -República Federal de Alemania, Reino Unido, Italia y Holanda- para preparar la sesión de negociación del martes y el miércoles próximos y explicar, entre otras cosas, el sistema mixto, entre contingentes y balances, que propone España para limitar las importaciones de productos continentales -lácteos, cárnicos y otros- de los diez.

Sin embargo, según fuentes españolas autorizadas, en esa sesión negociadora "no se pasará de hacer avances". Sin la pesca, el vino ni la siderurgia, España no puede entrar a cerrar capítulos, salvo algunos de menor importancia, como puede ser el institucional. El lunes los ministros de Exteriores comunitarios volverán a reunirse con todos los temas pendientes sobre la mesa, dispuestos a un maratón, al menos entre ellos, que podría retrasar hasta el miércoles la cita con la delegación española presidida por Fernando Morán.En materia aduanera, los contactos entre España y los servicios de la Comisión Europea sí parecen haber producido un resultado positivo. La Comisión acepta ahora reducir el número de productos con altos aranceles que se verían sometidos a un desarme aduanero más rápido que el normal. La cuestión de los vehículos industriales (camiones y otros) queda, por el momento, sin solucionar.

En cuanto al desarme arancelario general, la CEE ha adelantado ya verbalemente la posibilidad de realizarlo en un plazo de siete años en ocho tramos iguales de un 12,5%. España sigue insistiendo en un desarme más lento al principio que al final.

En la cuestión siderúrgica, se ha avanzado "poco" en las sesiones técnicas presididas por parte española por el director general de Industrias Siderometalúrgicas y Navales, Eduardo Santos. La cuestión del control de las ayudas nacionales y del comercio siderúrgico con la CEE "no está aún madura", según una fuente española.

De hecho, los ministros de Industria de los diez se reúnen hoy en Bruselas para debatir la prolongación de algunas ayudas nacionales a empresas comunitarias durante 1985. Sin embargo, la Comisión Europea mantiene firme su propósito, dentro de su plan de reconversión del sector, de que las ayudas nacionales en los diez terminen el 31 de diciembre de 1985, aunque este objetivo probablemente no se cumplirá, lo que favorecería a España cuyo plan de reconversión se extenderá, en principio, hasta 1988.

En cuanto a los otros capítulos, es probable que la situación tampoco esté madura para la próxima semana.

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