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El Ministerio de Industria considera insuficientes los acuerdos de las eléctricas

Los presidentes de las cinco principales compañías eléctricas cursaron ayer una nueva carta al ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, en la que concretan los acuerdos previsiblemente definitivos a los que han llegado en la última ronda de negociaciones. Básicamente, la carta especifica el compromiso de Hidroeléctrica Española de adquirir el ciento por ciento de Hidruña, el reparto de la potencia nuclear de Unión-Fenosa con Iberduero y el posible entre ENDESA-ENHER con FECSA, por el que el grupo público adquirirá la participación nuclear de esta empresa en Vandellós II y una parte de la que tiene en Ascó I y II.

La nueva misiva de los presidentes supone un importante avance en los compromisos que las compañías ya esbozaron en su carta del pasado octubre (ver EL PAÍS del 5 de octubre de 1984), aunque en esta ocasión se incluyen ya dos principios de acuerdo que, de ser aceptados por el ministerio, podrían pasar a ser definitivos. Pero fuentes gubernamentales señalaron ayer, sin embargo, que el Ministerio de Industria considera estos acuerdos parciales como insuficientes para poder cerrar el proceso de reordenación del sector, reiterando además la necesidad de poder alcanzar soluciones globales, es decir, aquellas que supongan un equilibrio energético y financiero para cada una de las empresas y para el conjunto del sector.La firme posición de la Administración, al entender que cualquier tipo de acuerdo que se anuncie debe ser dentro de un compromiso para todo el conjunto del sector, hace suponer que las negociaciones eléctricas, aunque han experimentado un importante avance, no han terminado aún y pueden prolongarse indefinidamente.

Es curioso que queden algunas empresas, como Sevillana de Electricidad, que aún no se han mojado en los intercambios, pese a las recomendaciones recibidas por parte de la Administración. Con todo, el optimismo era ayer general en el sector y, según algunas fuentes consultadas, en las dos reuniones mantenidas el martes por los presidentes en la sede de Unesa se respiraba una atmósfera mucho más distendida que en ocasiones anteriores.

Acuerdos parciales

Los pilares de la carta enviada a Carlos Solchaga son el compromiso existente en torno a Hidroeléctrica de Cataluña y el ya esbozado como definitivo entre Iberduero y Unión-Fenosa. En el primero, Española adquirirá el 100% de Hidruña por medio de un intercambio de acciones a la cotización que ambas sociedades tenían en el momento en que se cerró el acuerdo. Hidruña conservará de momento, según se señala en la carta, su nombre, aunque no existe ningún compromiso en firme sobre lo que sucederá en tomo a los órganos de gestión.Iberduero, por su lado, adquirirá la mitad de las participaciones que Unión-Fenosa tiene en Almaraz y en Trillo. Con la primera compra, de unos 300 megavatios, Iberduero resuelve parcialmente su déficit energético, y con la segunda compra (400 megavatios en Trillo) se reserva una alternativa a la central de Lemóniz, condenada, al parecer, a su abandono definitivo. Ambas empresas, sin embargo, han dejado en suspenso sus negociaciones sobre las centrales térmicas del Norte (Anllares, La Robla), dejando teóricamente la puerta abierta a otro tipo de soluciones.

Los dos compromisos cerrados suponen un desembolso para cada una de las dos empresas adquirientes (Hidroeléctrica Española e Iberduero) en tomo a los 220.000-250.000 millones de pesetas, aunque las operaciones tengan un coste inmediato mínimo.

La, primera operación se realiza mediante canje de acciones, con lo que, formalmente, los nuevos dueños tendrán que hacer frente a la situación de la empresa. No se descarta, sin embargo, que Española traspase a Endesa la participación que Hidruña tiene en Vandellós II, aunque este punto está pendiente todavía de una clarificación de la postura de Endesa.

En la segunda operación, que convertirá a Unión-Fenosa e Iberduero en socios a igual riesgo en la aventura nuclear de las centrales de Trillo y Almaraz, la compañía vasca adquirirá 700 megavatios nucleares (300 en Almaraz y 400 en Trillo), asumiendo, en teoría, una deuda contraída por Unión-Fenosa que asciende a un total de unos 250.000 millones de pesetas.

Medio billón en juego

Una tercera novedad de la nueva misiva de las compañías eléctricas respecto a la que fue enviada el pasado mes de octubre es el apartado que hace referencia al compromiso de Fecsa de negociar con el grupo Endesa-Enher sobre la base de una venta definitiva de sus participaciones nucleares en la región catalana.Así, mientras en la anterior comunicación se hablaba de cesión o alquiler durante cinco años de la participación en Ascó I y II, ahora se habla de desinversión definitiva. en los dos grupos. La falta de un acuerdo en este punto hace pensar más de una vez en las intenciones de la Administración respecto a la reordenación del sector en Cataluña, donde Endesa no sólo tiene reservado un papel protagonista, sino donde también tiene que solventarse el problema de Enher.

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