Sólo 100 enmiendas socialistas podrán modificar el proyecto del Gobierno

Uno de los doce centenares largos de enmiendas presentadas al proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 1985 solamente tiene garantías de tener la mayoría parlamentaria para modificar las cuentas estatales: el integrado por las propuestas socialistas admitidas a trámite. Las enmiendas socialistas quieren cambiar el reparto de algunos gastos, pero no cuestionan las normas y cifras proyectadas por el Gobierno para los impuestos y otros ingresos.En esta segunda vertiente se centran, por el contrario, buena parte de las propuestas de la oposición conservadora, orientadas por lo general a elevar las deducciones, disminuir los impuestos y a convertir el de renta en un tributo que grave el gasto y no el ahorro. Pero están condenadas como las de otros grupos a no salir del terreno testimonial, salvo en el caso improbable de que los socialistas asuman alguno de sus contenidos mediante enmiendas transaccionales.

Uno de los aspectos más susceptibles de transacción se refiere a la participación de Galicia en los ingresos del Estado, pactado cuando el Ejecutivo había cerrado el proyecto, y los propósitos de mantener las funciones de varios organismos autónomos.

Entre las enmiendas socialistas de alcance más cualitativo que cuantitativo figuran: mantener el convenio recaudatorio entre la Seguridad Social y las Magistraturas de Trabajo para evitar caídas de ingresos, conseguir un trato uniforme de las pensiones de mutualidades y montepíos llamadas a integrarse durante 1985 en la Seguridad Social, y juntar en un nuevo concepto las aportaciones para prestaciones y cuotas de desempleados a través del Instituto Nacional de Empleo (297.751 millones de pesetas).