Un jarabe anaranjado

La metadona, descubierta en Alemania durante la II Guerra Mundial, es un opiáceo de síntesis cuya utilización generalizada para tratar toxicomanías comenzó en Estados Unidos hace 20 años, con las experiencias llevadas a cabo por el doctor Vincent P. Dole, especialista en enfermedades de metabolismo, y Mary Nyswander, psiquiatra.Dos expertos de la Organizacíón Mundial de la Salud (OMS), Stephen Wilmarth y Avram Goldstein, señalaban ya en 1974 que el objetivo de estos tratamientos, que se administran en dosis progresivam.ente decrecientes, "no es tanto conseguir que el enfermo pueda pasar sin la droga como readaptarle social y profesionalmente".

La metadona se administra por vía oral, en la forma de un jarabe de color anaranjado, lo que permite "romper con las asociaciones y el condicionamiento causado por la jeringa si verdaderamente se quiere progresar en la readaptación", señalan Wilmarth y Goldstein.

Según los datos del psiquiatra Julio Bobes, de Oviedo, hay algunas clínicas de Londres que, "diez años después de iniciado el tratamiento, porque antes de ese tiernpo no se pueden evaluar los resultados, el 40% de los heroinómanos tratados se han recuperado socialmente y hacen una vida normal, con pequeñas dosis de mantenimiento e incluso con ninguna cantidad en algunos casos. Con otro 40% no hay nada que hacer: se les considera irrecuperables. El 20% restante fallece por las secuelas de la drogadicción".