La CEE intenta fijar hoy una oferta a España en materia de agricultura, pesca y vino

Agricultura, pesca y vino serán las tres ofertas a España que intentarán fijar hoy, lunes, los ministros de Asuntos Exteriores de los diez en Bruselas. No es una sesión de negociación, sino un debate a diez. El ministro español, Fernando Morán, asistirá hoy a un almuerzo informal con sus homólogos comunitarios para discutir la situación de cara a la negociación formal y ministerial hispano-comunitaria del 27 de noviembre.

Fuentes comunitarias señalaron que los ministros comunitarios pueden decidir hoy ir a una negociacion semipermanente a nivel de suplentes para ultimar los temas hasta la sesión negociadora del próximo día 27.En vino, poco han avanzado las cosas. Las discusiones siguen bloqueadas por Italia, que se resiste a introducir techos de producción en toda la CEE, y la RFA, reticenete a admitir el control o la supresión del enriquecimiento del caldo por medio de la chaptalización. Mientras España aguarda una oferta en este tenla, los ministros le Agricultura de la CEE abordarán de nuevo hoy, en Bruselas, esta discusión, para, probablemente, no llegar a un acuerdo y pasar el informe a la sala contigua de los titulares de Exteriores.

Los embajadores de los diez en la CEE han preparado un documento que permita a sus superiores debatir el capítulo agrícola. Para el conjunto de las frutas y hortalizas se mantiene una primera etapa de cuatro años. Lo que los diez discuten es qué hacer durante la segunda fase de seis años. Francia quiere que se enfoque el tema por sectores. Otras delegaciones prefieren un debate selectivo por productos.

Es, pues, una discusión sobre los "mecanismos complementarios aplicables a los intercambios Je productos sensibles" tras los cuatro primeros años para limitar los intercambios comerciales por medio de un sistema de vigilancia, con balances y calendarios de exportación.

Para establecer la lista de estos productos sensibles para la CEE hay cuatro criterios sobre la mesa, según los productos estén o no sometidos en la Comunidad a precios de compra y retirada, precios de referencia o calendarios de limitaciones cuantitativas. Juntos, estos tres criterios representan 19 productos españoles o un 90% de las exportaciones españolas de frutas y hortalizas. El porcentaje crecería añadiendo un cuarto criterio: el de los productos sometidos a derechos aduaneros. Quedarían libres las fresas, los aguacates y los champiñones.

Los diez tienen que elegir entre estos criterios o una combinación de ellos. Y prever el mecanismo para reducir o alargar esta lista según la situación. De hecho, lo que hay es un conflicto de intereses entre los países nórdicos y liberales y los sureños, más proteccionistas. Los nórdicos quieren fruta barata y vender sus productos continentales, y desean aperturas hortofrutícolas a España para que no se cierre el mercado continental español.

El escollo de la pesca

En productos continentales parece haber acuerdo -aunque con reservas- para considerar sensibles para España la carne bovina, la leche, la crema, la mantequilla, el queso y el lúpulo. El trigo blando y otros cereales plantean problemas. Y se rechaza el considerar sensible al azúcar y al sector porcino (afectado en España de peste). Desde la adhesión se aplicarían también a estos productos continentales sensibles unos mecanismos complementarios a los intercambios. Pero la CEE rechaza por ahora el sistema de contigentes que quería España.

En cuanto a la pesca, hay aperturas en cuanto a la actividad española en aguas de países terceros. Pero el acceso a las aguas de los diez y el período transitorio que conlleva sigue siendo el escollo fundamental. Los países más pescadores querían un período de 10 años ampliable a 15 años (es decir, hasta el año 2000) -con licencias de pesca para los españoles- si en 1993 los doce no llegaban a un acuerdo sobre la reforma de la Europa azul.

La Presidencia irlandesa ha introducido cierta flexibilidad en esta propuesta, con posibilidad de reducir este período si se constata evolución en los recursos y medios y en el comportamiento español. Pero para Holanda, Italia y Bélgica, 10 años -y nada más- es un máximo de transición. Los resultados de contactos bilaterales españoles no se han traducido aún al nivel técnico de Bruselas. Y quizá no se traduzcan hasta el último cuarto de hora.

Los diez deben asimismo discutir la nueva Convención de Lomé, que han de firmar el 7 de diciembre con 52 países del Tercer Mundo. La última oferta comunitaria era una ayuda de 7.000 millones de ECU (unidades de cuenta europea, equivalentes a unos 900.000 millones de pesetas) en cinco años. Inaceptable para los países implicados.

Pero la CEE estaría dispuesta a ampliar esta cifra teniendo en cuenta la aportación, tras su ingreso, de España y Portugal (sin haberlo negociado con estos países) y llegar hasta 7.500 millones de ECU.

Hoy, en Bruselas, los diez de Exteriores y los diez de Agricultura no estarán solos. En una tercera sala, los titulares del Presupuesto discutirán la disciplina presupuestaria en la CEE, que debe limitar el crecimiento de los gastos agrícolas de la Comunidad.