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El coloquio de Valencia intenta suplir la carencia de estudios críticos sobre Marguerite Yourcenar

El primer coloquio internacional sobre la obra de Marguerite Yourcenar, que concluyó ayer en Valencia, ha significado el acercamiento de los estudiosos de su obra y su compromiso de reunirse nuevamente la tercera semana de mayo de 1985 en Tours (Francia) para realizar un segundo encuentro que dé continuidad a un trabajo científico, necesario, según los organizadores y participantes. La trayectoria literaria de la autora de Memorias de Adiano, descubiertas tardíamente en España, se ha caracterizado por la falta de estudios críticos, carencia que complace a la escritora.

Marguerite Yourcenar siempre ha sido temerosa de que la dimensión universal y profunda de su literatura sea difuminada por interpretaciones accesorias.Alain Verjat, catedrático de Literatura Francesa en la Universidad de Barcelona, reconoce que hasta ahora han proliferado las tesis y tesinas de investigación universitaria, "como si quedasen entre los secretos de la Universidad y Marguerite Yourcenar", pero son muy escasos lo ensayos que acerquen sus recreaciones de la historia a los lectores.

En realidad, el único editad en Francia, escrito por Mathieu Gally, y que se encuentra agotado, es una serie de entrevistas de la académica francesa, donde ella misma "lo explica todo", asegura Verjat, haciendo la única exégesis de su propia obra par adelantarse a los posibles errores de los investigadores que bucean en su extensa bibliografía. Se cuenta la anécdota de que la edición para la casa Gallimard de su obra completa, no incluye un estudio crítico, habitual en este tipo de volúmenes, por decisión de Marguerite Yourcenar.

Apreciaciones diversas

En Valencia han confluido los resultados del seguimiento de la creadora de Opus Nigrum, realizado por los profesores Delcroix, Bots, Leuvers y Real desde las universidades de Bélgica, Holanda, Tours y Valencia, respectivamente. Sólo el departamento de Literatura Francesa de la universidad literaria de Valencia que dirige Elena Real, organizadora del coloquio, ha aportad un total de seis ponencias al mismo. Las diversas apreciaciones metodológicas se han centrado en exposición de temas monográficos, crítica de textos, reflexiones sobre el sustrato filosófico y consideraciones de las traducciones castellanas. Todas las ponencias serán editadas, posteriormente, por el servicio de publicaciones de la universidad.Elena Real estima que las narraciones de Yourcenar "carecen de ese egocentrismo femenino que da popularidad hoy a la literatura de la mujer". Esto se debe a que Yourcenar va más allá de la circunstancia específica de la mujer para adentrarse en la condición imperecedera del hombre de todos los tiempos. La narrativa de la escritora ha sido reconocida tardíamente, aunque coincide con el interés de lectura actual por hacer literatura de la historia, porque no tiene nada que ver, opina Elena Real, con los habituales y conocidos relatos de héroes y heroínas de otro tiempo alejados de los problemas contemporáneos.

Presencia del XVI

Francisco Hernández, catedrático de Literatura Francesa en la Universidad de Valladolid, que disertó sobre la presencia del siglo XVI en Marguerite Yourcenar, admite que su literatura pueda considerare histórica, aunque "no busca las características de una época determinada, sino los valores eternos del hombre". Hernández lo explica con dos personajes de la historia, esenciales para comprender el universo en el que se mueve la creatividad de Yourcenar: el emperador Adriano y el filósofo alquimista Zenon. "Se trata de dos personajes enraizados en la antigüedad clásica y en el siglo XVI, elegidos por la escritora como paradigina del hombre de todos los tiempos, por su profundo humanismo. Zenon representa el intelectual, mezcla de Paracelso, Leonardo da Vinci y Miguel Servet, que cree en las verdades primeras del Renacimiento y sucumbe, al final del siglo, por la intolerancia religiosa". El relato Opus Nigrum, dedicado a este pensador, mereció el Premio Fémina en 1968.

Los viajes

Otro de los atractivos de la obra de Yourcenar, estima Alain Verjat, es su carácter de propuesta abierta, muy acorde con una época de transición. La escritora, por citar un ejemplo, se adelantó hace décadas al interés de hoy por la cultura oriental como vía de superación de unas generaciones cansadas y bloqueadas en unos esquemas vitales abocados al fracaso. "Una de las características de la modernidad es no responder a las preguntas. Marguerite Yourcenar plantea preguntas sobre el hombre en su inmensa complejidad y no encuentra respuestas Eso la hace muy sugestiva".Las referencias a la historia no proceden en la autora de Alexis o el tratado del inútil combate de un interés arqueológico cultivado entre archivos de biblioteca; Verjat considera que su trabajo "no es el de una documentalista rabiosa. Posee una cultura vastísima, inducida, al parecer, por su padre, y una inmensa curiosidad por todo. Durante sus frecuentes viajes recoge lo que cosecha en estos itinerarios, para sobreponerlo al inmenso bagaje cultural que tiene desde muy joven".

Uno de los trayectos le ha llevado estos días de noviembre a París. Marguerite Yourcenar declinó corresponder la invitación de los organizadores para, que estuviera presente en los coloquios de Valencia. De este modo ha evitado la sorpresa de conocer las variadas exégesis que su obra escrita en medio siglo ocasiona en las universidades europeas, pese a su resistencia para ser interpretada.

En el libro de entrevistas, Mathieu Gally le pregunta si está segura de que le entienden, y Marguerite Yourcenar da por respuesta: "Estoy segura de lo contrario".

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