Asesinado el hijo de un maestro amenazado por ETA
Un electricista de 39 años, casado y con tres hijas, murió ayer en Cestona (Guipúzcoa) a manos de un comando terrorista que presumiblemente pertenece a ETA Militar. La víctima, Juan Sánchez Sierra, era hijo de un maestro de Cestona que abandonó el País Vasco hace siete años, tras sufrir un atentado atribuido a ETA. El asesinato de Juan Sánchez Sierra, natural de Cuadramino (Salamanca) y vecino de Cestona desde los cuatro años de edad, se produjo entre las 7.45 y las ocho de la mañana, en las inmediaciones del barrio de Aizarna.
Los terroristas le abatieron de un disparo, que le atravesó la cabeza, efectuado a quemarropa. Un perro propiedad de Juan Sánchez guardó su cadáver hasta la llegada de los servicios sanitarios, que descubrieron al animal lamiendo el rostro ensangrentado de su amo.A las 9.00 horas de ayer una persona que dijo hablar en nombre de ETA telefoneó a la Policía Municipal de Cestona para avisar de que se hallaba un cadáver en las inmediaciones de una cantera a las afueras de la localidad. El comunicante insistió en que se avisara a la Guardia Civil. En el lugar del crimen se encontró después una bomba que contenía un kilogramo de Goma 2.
Paseo diario
Juan Sánchez Sierra fue sorprendido por sus asesinos, pasadas las 7.30 horas, en las proximidades de su domicilio, en el centro de Cestona, cuando paseaba con su perro, siguiendo una costumbre que ejercitaba diariamente a esa misma hora.Un joven le salió al paso y le preguntó si era Maixu Txiquia (maestro pequeño), apodo con que se le conocía en la localidad. Contestó afirmativamente, y el joven, probablemente mostrándole un arma, le ordenó que le acompañara y que se introdujera en un Reanult 5 que acababa de detenerse a pocos metros del lugar. En el interior del vehículo se encontraban su propietario, Juan María Arregui Aguirre, y dos miembros del comando terrorista.
El coche, un Renault 5 con matrícula de San Sebastián, había sido robado a punta de pistola a las 7.25 horas en el momento en que su dueño, vecino de Cestona, regresaba a su domicilio tras haber cumplido el turno de noche en la fábrica en la que trabaja. Las cinco personas y el perro de Juan Sánchez se dirigieron a la cantera de Aizarna. Una vez allí, los terroristas ordenaron a José María Arregui que se diera media vuelta y se alejara en dirección a unas rocas próximas.
Los terroristas bajaron del coche a Juan Sánchez y poco después, el dueño del vehículo escuchó tres detonaciones.
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