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Madrid y Barcelona vivieron la 'noche americana'

Dos céntricos hoteles de Madrid y Barcelona han servido, hasta, la madrugada de hoy, como escenarios para otras tantas tecno-verbenas, en las que, al amparo) de potentes focos y de las más modernas técnicas de comunicación, los representantes diplomáticos estadounidenses y sus invitados vivieron una "típica noche electoral americana", según anunciaban las invitaciones para el acontecimiento cursadas por la Embajada. Los asistentes, norteamericanos y españoles, incluso depositaron sus votos, por supuesto ficticios. La votación de Barcelona entre residentes estadounidenses dio como paradójico vencedor indiscutible al candidato demócrata, Walter Mondale, en tanto que los propios catalanes se mostraban más cautamente partidarios de Ronald Reagan.

Centenares de personas acudieron anoche a un hotel madrileño don de estaba instalado el centro de in formación electoral estadounidense, para seguir, paso a paso, el desarrollo del escrutinio electoral Durante toda la noche, los asistentes vivieron una atmósfera de verbena que, como pregonaban las invitaciones distribuidas por la Embajada estadounidense en Madrid, constituía una pequeña muestra del típico ambiente electoral vivido ayer en Estados Unidos.Los invitados comenzaron a acudir a primeras horas de la noche. En una pequeña sala, próxima a. la entrada del hotel se hallaba instalada una oficina de la representación oficial del Partido Republicano en el extranjero.

En la puerta, jóvenes rubias daban la bienvenida a los visitantes a los que se servían copas de vino blanco, tapas de cacahuetes, patatas fritas y sombreros con las insignias del tándem Reagan-Bush.

Todos pasarían a otro salón más amplio donde se hallaba instalado el grueso del ambiente de la noche electoral en Madrid. Este salón, adornado con globos de colores que lucían un corazón rojo en el centro, tenía tapizadas las paredes con las banderas de los estados norteamericanos.

Entre la multitud, cada vez más numerosa, destacaba la alta figura del embajador de Estados Unidos en Madrid, Thomas Enders, bajo la vigilante compañía de sus guardaespaldas. A primeras horas de la noche, junto a personalidades del mundo artístico e intelectual, se hallaban en el salón otras pertenecientes al mundo político como Pedro Bofill, portavoz del PSOE, Guillermo Kirpatrick, encargado de relaciones exteriores de AP y Manuel Chaves de UGT. Se esperaba para más tarde la asistencia del líder aliancista Manuel Fraga.

Frente a la entrada, figuraba un tablón de anuncios en el que, a lo largo de la noche, se fueron anotando los resultados electorales.

Las columnas del salón también estaban adornadas con panfletos de cada tándem presidencial. Varias pantallas y televisores exhibían vídeos sobre la campaña electoral de los aspirantes a la presidencia así como de los debates televisivos de los candidatos para la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos.

Para hacer más auténtico el ambiente, a un lado de la sala se hallaba instalada una mesa electoral en los que los asistentes podían depositar su propio voto. Algunos de los asistentes suplieron la falta de pegatinas con las insignias de sus candidatos favoritos recortadas de folletos de propaganda, o apuntando simplemente sus nombres en un pedazo de papel.

Mondale ganó en Cataluña

En Barcelona, los norteamericanos residentes en Cataluña dieron ayer una victoria aplastante a Walter Mondale. Los resultados fueron de 41 votos para el candidato demócrata contra 22 para Ronald Reagan. Mondale se hubiera convertido en el presidente de los Estados Unidos si las votaciones realizadas anoche en el Instituto de Estudios Norteamericanos no hubieran sido un simple simulacro realizado en dos urnas de cartón.

La lucha de Mondale por la presidencia fue, sin embargo, mucho más competida en la elección realizada por los catalanes que acudieron a votar. Mientras los norteamericanos se inclinaron claramente por el Partido Demócrata, los catalanes le dieron una victoria mínima. De la urna azul, sólo para españoles, surgieron 47 votos a favor de Mondale y 45 para Reagan. Los resultados de la urna rosa, especial para ciudadanos norteamericanos, inclinaron la balanza a favor de Mondale. A la una de la madrugada de hoy, Mondale era presidente en Barcelona.

Pocos políticos catalanes acudieron a la fiesta electoral. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, excusó su asistencia en el último momento y la representación política la formaban únicamente Antonio de Senillosa y Juan José Folchi (PDP).

Globos y guirnaldas de colores adornaban el techo, mientras en las paredes Ronald Reagan y Walter Mondale pedían el voto de los asistentes desde los carteles electorales. Pero sus proclamas se perdieron entre un electorado ficticio que se inclinó por el candidato derrotado. Un profesor norteamericano se puso en la solapa la insignia demócrata antes de abandonar la fiesta. "Al menos", dijo, "en Cataluña hubiéramos ganado".

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