Claros signos de reactivación en los países de la Comunidad Económica Europea

La economía de los diez crecerá en un 2,2% en 1984 y en un 2,3% (en términos reales del producto interior bruto) en 1985, lo que confirma la reactivación económica, según el último informe económico anual de la Comisión Europea, órgano ejecutivo y burocrático de la CEE. Este crecimiento, sin embargo, no se traducirá en un descenso del desempleo. Desde 1981, la CEE no ha creado más puestos de trabajo. El balance entre los empleos suprimidos y los instaurados ha sido negativo durante tres años, y será nulo en 1984 y en 1985. El índice de paro alcanzará un 11% en 1984 y un 11,5% al cabo del año siguiente.El crecimiento del PIB de la CEE será mayor que el que la Comisión esperaba doce meses atrás y que el de 1982 (0,6%) o 1983 (0,9%). Los países que experimentarán un mayor crecimiento serán el Reino Unido (2% en 1984 y 3% en 1985), Italia (3% este año, 2,5% al siguiente) y la RFA (2,5% tanto en 1984 como en 1985). En Francia, el crecimiento debe aproximarse a 1,5% en 1984 y 1,7% en 1985, con el paro siguiendo su línea ascendente.

Los precios, en promedio para los diez, aumentarán, según este informe, en un 5% en 1984 y en un 4% al año siguiente. La remuneración de los asalariados por cabeza aumentará en un 6% en 1984 y en un 9,5% en 1985 , por lo que la Comisión Europea propugna una pausa en el aumento de los salarios en términos reales, acompañada de una imposición más débil y una reglamentación más flexible en el empleo. La balanza de pagos por cuenta corriente ha estado equilibrada en 1983 y 1984, y debería producir un ligero excedente (0,4%) al año siguiente.

En términos macroeconómicos, la actual Comisión efectúa una cuadruple recomendación. En primer lugar, una pausa en el aumento de los gastos públicos corrientes y la reducción a lo largo de varios años de su parte en el PIB, ello acompañado de la mejora de la infraestructura económicas, a través de la inversión. En segundo, una rápida reducción de la deuda pública en los países donde es elevada, y un descenso de la presión fiscal en los países en que ha sido dominada. En tercero, la puesta en marcha de políticas monetarias compatibles con un crecimiento más fuerte. Finalmente, un equilibrio entre los factores capital y trabajo en la creación de empleo.

En EE UU no cede el paro

Por lo que se refiere a Estados Unidos, el índice de desempleo se mantuvo estacionario el mes pasado, cifrándose en el 7,4% de la población activa, lo que equivale a un 0,1% menos de lo que era cuando el presidente Reagan asumió el poder hace casi cuatro años. Los datos sobre el paro norteamericano son los últimos que se publican antes de las elecciones presidenciales del próximo día 6, por lo que están revestidos de una evidente importancia política.

El nivel de desempleo se mantiene, pues, estacionario desde hace meses, con la sola excepción de junio en que alcanzó su nivel más bajo, el 7,1%, desde que terminó la recesión económica. El paro alcanzó su punto más dramático en diciembre de 1982, con 12,5 millones de estadounidenses sin empleo o el 10,7% de la población activa. Por otra parte, la fortaleza del dólar frente a otras divisas se ha traducido en la pérdida de 615.000 empleos en 21 industrias del sector manufacturero norteamericano. Los mayores daños se han producido en la construcción y en la maquinaria para minería, donde se perdieron 101.000 puestos de trabajo.