El presidente de Bolivia pone fin a su huelga de hambre
El presidente de Bolivia, Hernán Siles, finalizó ayer su huelga de hambre, que ha mantenido durante tras cuatro días, mientras la Iglesia católica boliviana se apresta a interponer sus buenos oficios en el logro de un acuerdo entre los poderes ejecutivo y legislativo para alcanzar una tregua social en Bolivia. El presidente Siles, de 70 años, se declaró en huelga de hambre en la noche del pasado jueves, inmediatamente después de dirigir un mensaje a la nación en el que vertió críticas a la oposición parlamentaria y a la resolución del Congreso que condenaba a su Gobierno por haber mantenido contactos con los traficantes de drogas.
Al anunciar el fin de su huelga de hambre, Siles Zuazo señaló que se había generado un clima de concordia nacional y que, de esta forma, también quería atender la petición de la Conferencia Episcopal de Bolivia.El nuncio apostólico, Alfio Rapiarda; el secretario permanente de la conferencia episcopal, Alejandro Mestre; el arzobispo de La Paz, Jorge Manrique, y otros obispos visitaron ayer domingo al presidente Siles en la Casa de Gobierno para que depusiese la huelga de hambre, contraria a los preceptos cristianos, a fin de facilitar un entendimiento con los partidos políticos, sectores laborales y cívicos.
La alta jerarquía católica tenía previsto el inicio de sus gestiones en pos de un acuerdo para la noche del domingo, pero dirigentes de la coalición gobernante, la Unidad Democrática y Popular, no entregaron, hasta el mediodía del lunes, la respuesta oficial a los obispos, que permita el inicio de los contactos con la oposición política.
Los portavoces del Gobierno, entretanto, desmintieron algunas versiones sobre la incorporación de varios ministros a la huelga de hambre que, en solitario, mantenía el presidente Hernán Siles.
"No conozco ninguna decisión sobre el hecho de que algún miembro del Gabinete haya decidido iniciar la huelga de hambre. Los ministros están trabajando y no pueden comenzar una huelga de hambre", dijo el ministro de Informaciones, Mario Rueda.
La huelga de Siles, la quinta que ha efectuado en 40 años de vida política, ha sido duramente criticada no sólo por la oposición política, sino también por sectores laborales y medios de comunicación. Sin embargo, los portavoces del Gobierno consideran que las "repercusiones de la huelga del presidente han sido estimulantes, porque varios sectores laborales y populares le han hecho conocer su apoyo".
Uno de los mayores rivales políticos, el Movimiento Nacionalista (que dirige Víctor Paz Estenssoro) calificó de "sainete político" la huelga presidencial.
Los editoriales de casi todos los grandes periódicos de circulación nacional señalaban este fin de semana que la huelga "no es el mejor medio" para conseguir la unidad nacional, y que una medida de este tipo "difícilmente convence ahora al pueblo".
[El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dirigió ayer un telegrama al presidente de Bolivia Hernán Siles Zuazo, en el que le manifestaba "solidaridad y apoyo a la democracia y a las instituciones" bolivianas.]
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