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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Bach en su esencia por Lionel Rogg, en El Escorial

En el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y utilizando el órgano de la Epístola (1929, restaurado en 1963), el profesor Lionel Rogg clausuró el ciclo organístico, uno de los más conseguidos dentro del Festival de Otoño. Rogg, premio de Ginebra, catedrático en el Conservatorio de esta ciudad, no sólo de órgano, sino también de contrapunto y fuga, es un intérprete serio, investigador y virtuoso de Juan Sebastián, cuya obra para órgano tiene grabada en su integridad, así como la de Buxtehude.Los dos autores figuraban en el programa del jueves, que llevó al monasterio mucho público. La potencia, claridad, imaginación a la hora de disponer los registros, se evidenció en las fantasías y fugas de los dos grandes barrocos. La capacidad para exponer el otro Bach, el más decorativo, profano y clavecinístico, como es el de las seis Sonatas-Trío, quedó evidenciada en la espléndida, preciosista, lírica y, al tiempo, perfectamente rigurosa de estilo, Sonata en mi bemol (BWV 525).

La elegancia de la forma y refinamiento de la conducción de las voces, tan justamente elogiada por Gernando Germani, vino a demostrar, una vez más, cómo la altísima técnica de Bach estuvo siempre al servicio de una no menos elevada finalidad artística, de una búsqueda incesante de la belleza.

Otro mundo -íntimamente religioso en su abstracción instrumental-, el de los corales, nos llegó a través de dos ejemplos: O lamm Gottes unschuldig (Oh, inocente cordero de Dios), del tiempo de Pasión, y Nun kom der Heiden Heiland (Viene nuestro gentil Salvador), del ciclo de Pasión. Absolutamente magistrales las ornamentaciones de Rogg, lo que pudo notarse por todos en página tan familiar como el coral variado de la Cantata 140, ofrecido como propina. Ante la proximidad del año Bach-Haendel-Scarlatti, en un triple tricentenario, que ha dado lugar a definir 1985 como Año de la Música, pienso en una colaboración tan idónea como la del profesor ginebrino. La interpretación del barroco -y concretamente la del Bach organista- sugiere una larga y compleja problemática.

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