El 'puzzle' de González

Buena parte de los diez puntos del pacto en materia defensiva propuesto el martes por Felipe González había sido avanzada ya por él, por separado, durante el último año. De hecho, sólo la fecha del referéndum es un dato no asegurado o sugerido con anterioridad por el presidente del Gobierno, que, durante la primavera de 1984, ha ido mostrando con sonrisa enigmática las piezas del puzzle que terminó de montar en el último Consejo de Ministros y que hizo público el martes en el Congreso de los Diputados. En vísperas del debate, fuentes de Presidencia del Gobierno aseguraron ya que González no diría nada nuevo.La idea de la necesidad de un consenso en materia defensiva fue expuesta durante la conferencia de prensa con la que se cerró la visita oficial realizada a España por el jefe del Gobierno italiano, Bettino Craxi, el 25 de mayo. Entonces, González sugirió por vez primera que era necesario reestablecer el consenso sobre política defensiva roto con la entrada en la OTAN y puso como ejemplo a Italia, donde "hasta los comunistas" aceptan la pertenencia a la Alianza.

El plan no tenía que estar muy avanzado entonces, según se deduce ahora de sus declaraciones al periódico belga La Libre Belgique, el 3 de marzo pasado. En aquella entrevista, daba como "fecha posible" para el referéndum el primer semestre de 1985.

Curiosamente, las dos piezas más importantes del puzzle surgieron durante la estancia en España de dos jefes de Gobierno de países pertenecientes a la OTAN y a la CEE, que habían manifestado públicamente sus deseos de que no hubiera una retirada de la Alianza: el 18 de mayo, durante la conferencia de prensa conjunta realizada en la Moncloa con el canciller germanoccidental Helmut Kohl, al final del viaje que éste hizo a Madrid, González pronunció la que quizá es la frase más enigmática de todas las que ha hecho sobre la OTAN, en la que se dejaba abierta por vez primera la posibilidad de continuar en la Alianza, dejando atrás las respuestas evasivas anteriores.

"Cuando un país firma el Tratado de Washington", dijo entonces el presidente del Gobierno español, "pertenece a la Alianza Atlántica, y de ahí se derivan una serie de derechos y obligaciones recíprocas entre los aliados". A partir de ahí, prosiguió, "existen situaciones diferentes", dictadas por circunstancias históricas, coyunturas o necesidades nacionales, "pero no grados de compromiso diferentes". Más adelante añadió: "Respecto a las cláusulas del Tratado de Washington, no hay más que dos posiciones: o se asume el tratado o no se asume".

También en la primavera, González hizo una descripción de la actual situación defensiva de España muy similar, en su envoltura, a la esbozada el martes en las Cortes. Fue en una entrevista concedida durante sus vacaciones de Semana Santa en el Coto de Doñana al programa de radio El loco de la Colina. "España", dijo entonces, "es un país que ha tomado la decisión de no nuclearizarse, ni siquiera permitir el paso de armas nucleares por su territorio. Ésa es la mayor reivindicación de los movimientos pacifistas de Europa. España pertenece a la OTAN, pero no está integrada militarmente". "A mi juicio", dijo, "estamos en una posición cómoda".