El embajador español en Dublín está en Madrid desde el pasado sábado para asistir el próximo día 27 a la boda de su hija

El embajador de España en Dublín (República de Irlanda), Luis Jordana de Pozas, se desplazó a Madrid el pasado sábado para asistir a la boda de su hija María Luz, que se celebrará el próximo día 27. Fuentes de la embajada española en Dublín informaron ayer que el embajador viajó la tarde del sábado a Madrid, 24 horas después del ametrallamiento del pesquero español Sonia por una patrullera irlandesa-, y que no piensa volver a su puesto en Dublín hasta el próximo día 4 de noviembre.

El subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Gonzalo Puente, y el director de la Oficina de Información Diplomática, Fernando Schwartz, consultados ayer por este periódico en Madrid y Luxemburgo, respectivamente, aseguraron que el embajador Jordana de Pozas tenía concedido un permiso oficial del ministro para asistir en Madrid a la boda de una hija, pero, tras el incidente con el arrastrero vasco, que resultó hundido tras el ametrallamiento en aguas irlandesas, se ofreció al ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, para quedarse en Dublín. Sin embargo, según afirmaron ayer los dos portavoces oficiales mencionados, Fernando Morán le dijo que se trasladara a Madrid y aprovechara para informarle personalmente del incidente.El embajador Luis Jordana de Pozas manifestó ayer en Madrid que se desplazó a la capital de España por tres motivos: "Por la boda de mi hija, para asistir al funeral por el primer aniversario de la muerte de mi padre, y para preparar un informe sobre el incidente del pesquero español".

A continuación, Jordana de Pozas dijo que "en un momento de especial interés de España de cara a la entrada de nuestro país en la CEE y en el que la República de Irlanda ocupa la presidencia de dicho organismo, no debería haber violaciones de la legislación internacional", como la cometida por el arrastrero vasco. Jordana de Pozas se entrevistó ayer mismo por la mañana con Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores, y le comunicó la versión del incidente dada por el Gobierno irlandés.

El embajador español en las declaraciones que realizó el sábado en Dublín, tras el incidente, defendió las tesis de la Marina irlandesa, y dijo que él había pedido por radio expresamente al capitán del pesquero que se entregase a las autoridades irlandesas. El embajador criticó duramente la conducta del capitán y llegó a opinar que éste, posiblemente, sería procesado por los tribunales irlandeses. Los tripulantes, por su parte, aseguraron que, sin mediar aviso alguno, la patrullera comenzó a disparar ráfagas de ametralladora sobre el caso del pesquero y tuvieron que refugiarse en la bodega.

Explicaciones a Irlanda

Jordana de Pozas afirmó ayer asimismo que en 1983 hubo 48 apresamientos de pesqueros españoles sin que mediara ninguna violencia. Este es, dijo, el primer caso en que las autoridades irlandesas usan medios violentos.

Por otra parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, recibió ayer al primer secretario de la Embajada de Irlanda en Madrid, Patrick Collins, a fin de que, según fuentes de la OID, "comunicase la versión oficial del Gobierno irlandés sobre el incidente del arrastrero Sonia". El embajador irlandés en Madrid, Gearóid óclerigh, calificó ayer en Oviedo el ametrallamiento del pesquero vasco como "un incidente muy grave".

El embajador Gearóird óclerigh, no quiso entrar ayer en detalles sobre lo ocurrido "hasta que se conozcan los resultados que revele la conúsión investigadora constituida en Dublín". Sin embargo, aseguró que este suceso "no va a deteriorar las excelentes relaciones amistosas existentes entre España e Irlanda, porque mi país va a seguir apoyando, sin reservas, el ingreso del suyo en la Comunidad Económica Europea", informa desde Oviedo Miguel Somovilla.