Maragall ofrecerá Barcelona para la firma del tratado de adhesión de España a la CEE

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, ofrecerá hoy, en su encuentro con ministros españoles y franceses, la ciudad de Barcelona como escenario de la futura firma del tratado de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE). Según fuentes municipales, el ofrecimiento podría efectuarse al término del almuerzo que se celebrará este mediodía en el palacete Albéniz, de Montjuïc, al que asistirán los participantes de la cuarta cumbre hispano-francesa.El planteamiento de Maragall es visto con simpatía por el titular del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, a quien el alcalde le expuso el proyecto la pasada primavera. El alcalde podría exponer su idea después de que los ministros de ambos países, acompañados de una representanción española del mundo de las finanzas, el trabajo, la empresa y los medios de comunicación, hayan regado con vinos catalanes un menú compuesto por jamón serrano con higos y melón, pollo con langosta y crema catalana.

La propuesta de Maragall implicaría que en Barcelona se firmara también el acta de adhesión de Portugal, ya que es voluntad de la CEE que ambos documentos s e suscriban simultáneamente. El palacete Albéniz, la residencia real en Barcelona -o el Rambouillet español, como lo calificó Morán cuando lo visitó-, podría ser el escenario de la histórica firma.

El almuerzo de hoy, así como la cena que ofreció anoche la Generalitat a los participantes en el seminario político, han sido los únicos actos públicos a los que han asistido los ministros de ambos países en Barcelona. En la cena de ayer, en el Palau de la Generalitat, asistieron, aparte de los integrantes de las delegaciones francesa y española, el presidente Jordi Pujol, el alcalde Pasqual Maragall, el capitán general de Cataluña, Sáez de Larumbe, el delegado del Gobierno, Francesc Martí Jusmet, el presidente de la diputación barcelonesa, Antoni Dalmau, así como algunos consellers. Tras los postres, tomaron la palabra el presidente- Pujol y los ministros de Asuntos Exteriores de España y Francia, Fernando Morán y Claude Cheysson, respectivamente, para elogiar la unión de los dos pueblos y el sentimiento europeísta de Cataluña y España.

El único incidente registrado durante toda la jornada fue el que protagonizaron un grupo de trabajadores de la empresa Montesa, que intentaron cortar el tráfico de la Diagonal a unos 300 metros del palacio de Pedralbes para llamar la atención sobre sus problemas laborales. Fueron dispersados por la Policía Nacional. Otras 70 personas se manifestaron con pancartas ante el palacio de Pedralbes en contra de la extradición de etarras, aunque se disolvieron sin provocar incidente alguno.