El Gobierno estima que las rentas empresariales crecerá en este año el 15,5%, el triple que el coste salarial
Las rentas empresariales brutas por unidad producida crecerán durante el presente año un 15,5%, casi el triple que el 5,5% de aumento esperado en el coste salarial unitario, según la documentación enviada por el Gobierno a las Cortes junto a los Presupuestos Generales del Estado para 1985. Con el incremento de producción (2,5%), dichos beneficios subirán al 18,4%. En ello basa el Ejecutivo su esperanza de que la inversión crezca el próximo año un 5,5%, por primera vez en la última década. Para apoyar este objetivo, la austeridad presupuestaria, arbitrada incluso a costa de reducir en términos reales la inversión pública, pretende dejar al sector privado al menos un 73,5% de los 3,03 billones de pesetas de nueva financiación.
Sin mencionar datos, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, declaró el miércoles, al presentar el proyecto de Presupuestos, que este año resultará "excepcional" y "muchísimo mejor que el anterior para los beneficios de las empresas". La estimacion exacta, como anticipó Boyer, aparece en los documentos -unos 10.000 folios- entregados al Congreso de Diputados, que ayer fueron completados con otros 5. 000 folios, en su mayor parte referidos al reparto de la inversión pública. Entre estos documentos apa rece el cuadro adjunto, según el cual las rentas brutas de explota ción de las empresas -es decir, antes de pagar gastos financieros e impuestos- crecerán un 15,5% de media por unidad producida, algo más de dos puntos por encima del registrado en 1984, cuando la inflación media fue también superior en varios puntos. Por su parte, los costes salariales unitarios crecerán sólo el 5,5%, en tanto que el aumento de los precios importados será del 11,4% y el de los impuestos indirectos (menos las subvencio nes recibidas por los agentes so ciales) el 23,1%.
Del mismo cuadro se despren de que la aportación de las ren tas empresariales al aumento de los precios (los del consumo y la inversión, inedidos en tasa media anual) será este año de 5,6 puntos. Si el año pasado ya supe ró ligeramente a la contribución de los costes salariales, ahora resultará superior al doble de éstos (2,3% puntos). Durante 1984 la participación de los costes salariales, que el año pasado bajó del 43,5% al 42,5%, descenderá más de un punto en la cuenta de explotación de la economía (utilizada para medir la formación de los precios).
Mayor productividad
Si se alcanza el 2,5% de aumento esperado por el Gobierno en la producción de bienes y servicios o producto interior bruto (PIB), los excedentes brutos empresariales crecerán el 18,4%. El 5,5% de aumento en el coste salarial unitario ha sido estimado sobre la base de que las subidas de salarios, sus deslizamientos y las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social darán lugar a un incremento del 8,5% en la remuneración por asalariado. De este porcentaje se ha descontado el 2,5% de crecimiento en el PIB y una caída del 1 % en el empleo asalariado. La remuneración por trabajador caerá un 2,5% en términos reales y la productividad subirá el 3,3% por ocupado y el 5,2% por hora. Según el ministro de Economía y Hacienda, "la excepcional" mejora de excedentes, el tirón fuerte de la demanda que permiten esperar los mismos y la menor moderación salarial programada para 1985, la baja de tipos de interés, la menor desocupación y la eliminación de incertidumbres respecto a la inflación generarán las condiciones necesarias para que se recupere la in versión, "que se está retrasando sobre lo previsto, como se retrasa en todos los países".
Para favorecerlo, la reducción del déficit público a que apunta la austeridad en el gasto presupuestario pretende que la financiación al sector privado aumente un 7,6%, tres décimas más que la inicialmente prevista para 1984 (1,56 y 1,39 billones de pesetas, respectivamente). Con ello, absorbería el 73,5% de los 3,03 billones de aumento en la financiación total, frente al 76% del año pasado. El estrechamiento en la participación, aun cuando baje el déficit público en términos de contabilidad nacional, continuará en los próximos años; las proyecciones del Gobierno indican que en 1986 descendería al 71,6% y el año siguiente al 70,3%, debido a crecimientos paralelos en la financiación neta al sector público.
El cuadro macroeconómico del Gobierno, que inicialmente fijaba para 1984 un aumento superior al 4%, cifra actualmente el aumento en el 1,5%. Para 1985 la previsión asciende al 5,5%, y en años siguientes al 7,4% y 6,6%, lo que, junto a aumentos del consumo privado del 1,3% al 2,7% desde el 0% esperado para 1984, permitiría crecer al 3% en 1985 y al 3,5% en siguientes, pues el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios bajará del 13,2% actual al 7,6%-6,5% en los próximos tres años.
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