Mitterrand garantiza su apoyo al primer ministro chadiano a pesar de la retirada militar
La minicumbre africana celebrada ayer en París, que reunió a cuatro jefes de Estado de¡ continente negro con el presidente francés, François Mitterrand, no resolvió el problema sobre la retirada de las tropas francesas y libias de Chad, muy confusa por el momento, pero aclaró la situación, puesto que cada cual dijo lo que pensaba, empezando por la desconfianza que les inspira a todos el coronel Muamar el Gadafi. La segunda cuestión abordada se centró en el futuro de Chad. Mitterrand, al respecto, le aseguró al jefe del Estado chadiano, Hisséne Habré, que Francia no dejará a Chad -y en consecuencia, a él mismo- en la estacada.
Habré fue recibido ayer por Mitterrand y discutieron durante cuatro horas sobre los problemas que se plantean desde que, hace dos semanas, Francia y Libia firmaran un acuerdo que obliga a ambos países a retirar sus tropas simultáneamente. Desde entonces se sabe que Francia ha. iniciado el repliegue de una parte de sus 3.000 soldados destacados en Chad, pero nadie puede afirmar que Libia haya movido ni uno solo de sus peones en este país, que Gadafi pretende anexionar, en parte o totalmente. Después del encuentro entre Habré y Mitterrand, acudieron al palacio del Elíseo otros tres jefes de Estado africanos, implicados en los intentos de pacificación de Chad, y todos pertenecientes al Africa francófona: los presidentes Félix Houphouet Boigny (Costa de Marfil), Omar Bongo (Gabon) y Mobutu Sesé Seko (Zaire). Todos ellos afrontaron, de entrada, la cuestión de la evacuación de las tropas francesas y libias de Chad. Habré no les negó a sus colegas, ni a la Prensa un poco más tarde, que su escepticismo es enorme en lo tocante a la actitud libia. El presidente de Chad no cree que Gadafi piense retirar su contingente bélico totalmente, y sospecha que, antes o después, intentará atacar de nuevo a Chad.
Mitterrand se manifestó firme sobre esta cuestión. Francia debe cumplir su acuerdo con Libia, retirando a sus soldados, pero esto quiere decir que Libia hará otro tanto, estimó el presidente francés. Para ello, intentó convencer a Habré de que debe aceptar a los observadores extranjeros, de Senegal y de Benin. Habré rechaza a los de este último país, por entender que son esclavos de Gadafi.
El presidente francés señaló que está dispuesto a que Francia y Libia se conviertan en observadores el uno del otro, si Habré mantiene su actitud presente. Los demás líderes africanos apoyan las propuestas de Mitterrand, que también invitó a Habré a negociar lo antes posible con las oposiciones diversas que se manifiestan en el interior de Chad.
El segundo tema, relativo al futuro de Chad, satisfizo más a Habré, puesto que Mitterrand le aseguró, primero, que continúa considerándolo a él como el presidente legal de Chad y que, además, Francia seguirá ayudando a su país, militar y económicamente, de acuerdo con los convenios de cooperación establecidos entre ambos Gobiernos.
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